Nacional

Vetó EU a general que aspiraba a ser titular de la Sedena

The New York Times

2013-02-05

Washington— A final del año pasado, el gobierno de Estados Unidos expresó a políticos cercanos al entonces presidente electo, Enrique Peña Nieto, sus sospechas de que el general Augusto Moisés García Ochoa, uno de los cinco divisionarios que se mencionaban para ser designado secretario de la Defensa Nacional, pudiera tener nexos con el narcotráfico.
De acuerdo a fuentes confidenciales y reportes diplomáticos, en días previos al 1 de diciembre, el embajador de Estados Unidos en México, Anthony Wayne, se reunió con altos colaboradores de Peña Nieto para expresar su alarma sobre una posible promoción del general.
García Ochoa fue designado por el actual secretario de la Defensa Nacional, Salvador Cienfuegos, como comandante de la XI Región Militar, con sede en Torreón, Coahuila.
Wayne expresó su preocupación a Miguel Ángel Osorio Chong, actual secretario de Gobernación, y a Jorge Carlos Ramírez Marín, actual secretario de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano, quien se hacía cargo de temas de justicia en el equipo de transición de Peña Nieto.
El informe aclara que el embajador expresó sus sospechas sobre García Ochoa haciendo énfasis en que las acusaciones no estaban corroboradas.
Hasta el momento ni la Sedena, ni el propio general han aceptado hacer comentarios respecto a esta información.
La Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA, por sus siglas en inglés) investiga al general García Ochoa y de acuerdo con expedientes clasificados de esa agencia, el militar ayudó a que Amado Carillo Fuentes, extinto líder del cártel de Juárez, escapara en una ocasión.
Al respecto, la Procuraduría General de la República (PGR) informó que no se tiene ninguna averiguación al respecto, pero por procedimiento se le dará seguimiento a la información.
De acuerdo con fuentes de inteligencia civil y militar, tanto en Estados Unidos como en México, expedientes de la Agencia Antidrogas así como agentes de esa dependencia, entre otros, sostiene que el general Moisés García Ochoa era conocido entre el ámbito militar de EU como “señor 10 por ciento” por los cobros que realizaba por los contratos de proveedores con la Sedena.
En julio de 2012 que la Defensa Nacional compró equipo de espionaje e inteligencia por 5 mil millones de pesos a un solo proveedor, mientras el general García Ochoa era director de Administración de la dependencia.
Sobre ellos, la Secretaría de la Función Pública recibió denuncias en marzo del 2012. Los expedientes reportan presuntas “conductas ilegales” durante 2010 y 2011, y que también son investigados por la Contraloría de la Federación.
La administración de Barack Obama tiene muchas preocupaciones acerca del general incluyendo sospechas de la DEA sobre ligas con narcotraficantes, y la ansiedad del Pentágono de que él ha mal utilizado provisiones y obtenido dinero de los multimillonarios contratos de la Secretaría de la Defensa Nacional.
El general García Ochoa viajó secretamente por lo menos en dos ocasiones, en el último año y medio, a Houston para reunirse con agentes de inteligencia de Estados Unidos para darles los nombres de oficiales mexicanos militares y civiles que él sospechaba proporcionaban protección a narcotraficantes.
El general García Ochoa buscaba apoyo del gobierno de Estados Unidos para convertirse en el Secretario de la Defensa Nacional, y desconocía que el gobierno de Estados Unidos lo estaba investigando también a él debido a denuncias en su contra, dice el periódico estadounidense.
Hacia mediados de septiembre del 2012 oficiales de alto nivel de EU se reunieron en el DF por dos días para evaluar sus sospechas sobre el general García Ochoa y para discutir si se compartirían esas preocupaciones con el gobierno mexicano.

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