Martín Orquiz
El Diario de Juárez
Ciudad Juárez— El presunto secuestrador y homicida de la niña Seyni Camila Cobos Medina de 7 años, Juan Manuel V.G., pudo ser detectado antes como pedófilo porque llegar al punto que alcanzó ocurre a través de todo un proceso, declaró el criminólogo Óscar Máynez Grijalva.
“No se levantan un día en la mañana y hacen esto, ya tenía actividad relacionada, a través de pornografía infantil, de haberse exhibido ante niños o algo, pero no fue detectado, y si fue detectado pues no fue castigado porque hay mucha impunidad en México”, mencionó.
La pedofilia, explicó el especialista, no es sólo tener actos sexuales con niños, sino tener la fantasía, quien la tiene ya es clínicamente un pedófilo, pero existen niveles; el menos grave es cuando a las personas les gusta estar cerca de los niños, pero no les hacen daño.
Sin embargo, la situación se va agravando hasta que terminan cometiendo delitos más graves.
No es tanto la actividad sexual, sino destruir al tener poder y control, ver el miedo en los infantes, eso es lo que los motiva, aunque son los casos más raros.
Máynez Grijalva dijo que el sospechoso no empezó el proceso atacando a Seyni Camila, sino que debió comenzar con otros actos.
Generalmente, agregó, este tipo de personas se detecta en algún punto, pero esta vez no ocurrió así.
En países desarrollados de Europa y en Estados Unidos, cuando alguna persona es detectada haciendo tocamientos a menores, se exhibe de forma inapropiada ante ellos o tiene pornografía infantil, es registrada, lo que en México, un país que tiene el 98 por ciento de impunidad, no existe.
Las personas son monitoreadas de forma constante en esas naciones, cuando ocurre algún delito relacionado con infantes se acude a esos registros para identificarlo.
En el caso ocurrido en Chihuahua, declaró, si “le rascan” entre la gente que conoce al presunto responsable van a recordar que “tenía algo raro”, pero por desgracia nunca fue detectado.
En otras partes del mundo, quienes cometen delitos contra menores son sometidos a detectores de mentiras y otros procesos para asegurarse de que no han estado cerca de algún lugar en el que se congreguen niños.
A algunos se les hace un procedimiento de castración química para bajarles los niveles de testosterona; aunque hay muchos mecanismos para controlarlos el primer paso es identificarlos y llevar un registro.
Señaló que los filtros que se tienen en la plataforma de Uber, donde estaba registrado como prestador de servicio, no podrían detectarlo, aunque tiene como política revisar los antecedentes penales de sus choferes, si no los tiene no hay forma para adivinar que sufre estas tendencias.
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