Luz del Carmen Sosa
El Diario de Juárez
Ciudad Juárez— Desde el exilio político en California, Karla Jocabeth Castañeda Alvarado recuerda a su primogénita que desapareció el 24 de octubre del 2008 en el Centro de la ciudad cuando apenas iba acababa de cumplir los 13 años.
“Cindy” cumplió 23 años el sábado 20 de octubre y su madre lamenta no estar en esta ciudad para continuar la búsqueda de su hija, ya que ese fue el principal motivo de la persecución que emprendió el propio Estado en su contra.
“Me duele mucho no poder buscar a mi hija”, dijo la madre que tuvo que huir de la ciudad cuando policías estatales y municipales la hostigaron tras mantener una denuncia permanente de los nulos avances del Gobierno del Estado por la ausencia de Cinthia Jocabeth.
“Mi niña hermosa falta tan poquito para que sea tu cumpleaños amorcito, ya tus 23 añitos”, escribió Karla a su hija a través de la red social Facebook.
“Sabes que el hablar de ti duele y mucho. Es como si lo estuviera pasando apenas y ya han pasado 10 años de tu ausencia, de tu desaparición. Amorcito sólo le pido a mi padre Dios que donde quiera que estés te bendiga y que recibas muchos abrazos y besos”, agrega.
“No hay un día que tu no estés en mi mente, en mis pensamientos, no te imaginas cómo te pienso. Mi Cindy Dios te bendiga mi amorcito, tu familia te espera, te amamos, te extrañamos”, asegura la madre de familia, en un texto que escribe junto a una de las últimas fotografías de su hija.
Este año Karla obtuvo refugio para ella y sus cuatro hijos menores de edad.
La madre recuerda que fue a partir de enero del 2013 cuando empezó la persecución del Gobierno del Estado, encabezado entonces por César Duarte Jáquez.
Karla Jocabeth Castañeda Alvarado formó parte del grupo de madres y padres de hijas reportadas como desaparecidas que atravesaron el estado a pie durante siete días para exigir Duarte Jáquez la búsqueda de las mujeres ausentes.
Fue el 15 enero del 2013 a las 3 de la tarde cuando inició el movimiento de protesta al término del funeral de Beatriz Alejandra Hernández Trejo, quien era la última mujer identificada y entregada a sus familiares a casi un año de que sus restos fueron rescatados en el arroyo El Navajo.
Karla, junto con otros familiares de mujeres ausentes, decidieron llamar la atención de Duarte ante las omisiones cometidas en las investigaciones para localizar a sus hijas y emprendieron la caminata.
Durante todo el movimiento las madres y los padres portaban las mantas rosas con los rostros de sus hijas.
No vaciló al señalar la impunidad permanente ante la desaparición de mujeres en Juárez y eso le costó la persecución oficial en contra de ella y su familia, denunció públicamente.
Este año, una Corte Federal en Los Ángeles, California, otorgó finalmente el asilo político, dijo Karla.