Local

Calman el hambre de cientos de niños

Verónica Domínguez
El Diario de Juárez

2018-10-13

Ciudad Juárez— Todavía no terminaban de servir a todos cuando un par de pequeñas manos sobresalieron para pedir más. Un plato con galletas y un vaso de jugo son un postre que para un niño que ahí se encontraba no son suficientes, volver a llenar el recipiente es una suerte, porque en su casa no tiene la misma fortuna.
La necesidad que observaron Miriam Hernández y Sergio Zapién, en la colonia Vistas de Zaragoza, ubicada al oriente de la ciudad, era demasiada; eso los animó a ofrecer un plato de comida a sus vecinos.
Desde hace ocho años el matrimonio llegó a Vistas de Zaragoza, y lo que ahí encontraron fue una infinidad de necesidades, pero mitigar el hambre fue lo primordial, así que decidieron darles “La Gloria de Dios” en un bocado.
En una casa acondicionada con sillas y mesas de plástico, 250 niños y 30 adultos mayores asisten martes y jueves a probar los primeros alimentos en el día, que mitigarán el hambre que no pueden satisfacer en sus hogares.
Una habitación de la casa que en un principio les prestaron, hoy está acondicionada con una pequeña cocina que sólo cuenta con una estufa, un refrigerador, un trastero y una alacena donde se guardan los alimentos.

‘Botean’ en las calles para fondear comedor
En el comedor “La Gloria de Dios” ayudan cinco voluntarias; una tiene problemas de visión y la otra diabetes, pero ambas comparten las ganas de darles la mano a las personas que sufren igual que ellas, aunque de otra manera.
Cada fin de semana salen a “botear” en los cruceros para solventar los gastos básicos, además ya empezaron a pagar renta y conforme avanza el tiempo siguen recurriendo más personas a recibir alimentos, comentó Miriam.
De las cuatro habitaciones sólo una se utiliza como comedor, el que se extiende a otro cuarto con piso de tierra. Es un área que se gotea y no tiene ventanas.
“Nomás tenemos una estufa, hay veces que no nos damos abasto con la comida, tenemos un refri, nos faltan más sillas, mandado, sartenes y ollas”, agregó la encargada.
Además de la falta de alimentos, en esa zona hay una gran necesidad de ropa, zapatos para personas de todas las edades, agregó Miriam.“Hay matrimonios que tienen cinco o seis niños y dependen del comedor para comer bien”, comentó la responsable del comedor.
“Vienen adultos, inclusive hay veces que nos dejan a los niños y les pedimos que también ellos se queden a comer, o los mismos niños nos piden para llevarle a su mamá, porque no tienen dinero o porque se les acabó el gas”, agregó Miriam. Además de alimentar a familias completas, en el lugar se ayuda a los niños a realizar sus tareas y los trasladan a la escuela después de sus alimentos. 

vdominguez@redaccion.diario.com.mx

X