Abril Salgado
El Diario de Juárez
Ciudad Juárez— Como Nahúm Zepagua, un adolescente de 14 años que sostiene a su familia, el Desarrollo Integral de la Familia (DIF) tiene registrados en la ciudad mil 144 niños en condición de calle que ejercen alguna labor para obtener recursos.
En el pasado mes de agosto el resumen anual de la dependencia puntualizó que dichos menores tienen entre 0 y 17 años de edad y provienen de al menos 235 colonias, con un mayor registro de estos casos en el suroriente.
Los cruceros y debajo de los puentes son los puntos elegidos en los cuales los pequeños desarrollan actividades como malabarismo, limpiar vidrios, músicos o la venta de artículos diversos.
La principal razón por la que los niños salen de su hogar para trabajar identificada por el DIF es apoyar en los gastos económicos de su casa, aunque entre los motivos también salió a relucir la falta de empleo, escasez de espacios para que los padres dejen a sus hijos y deserción escolar.
Desde abril de 2017 hasta el mismo mes de este año, personal del DIF informó que el promedio de edad en los niños es de 10 años y que un 66 por ciento son varones y el restante 34% son niñas.
Pese a este panorama, en la información proporcionada,se destaca que no todos los menores acuden a realizar estas actividades solos, ya que el 81 por ciento (927 niñas, niños y adolescentes) están acompañados por un adulto, contra 217 que sí se encontraron en soledad.
Del universo presentado, se expuso que los pequeños de 5 años o menos normalmente llevan compañía y no desempeñan ninguna actividad, en tanto que los menores de 8 años en adelante ya realizan alguna acción que les permita allegarse unos pesos
Además, el 86 por ciento de los niños, niñas y adolescentes se encuentran en edad escolar y el 15 por ciento no están incorporados en algún sistema educativo.
Aunque en tal análisis no se registran casos como los de la familia Mota, quienes por falta de recurso han tenido que detener los estudios de tres de sus cuatro hijos, dos que deberían estar en la preparatoria y una en la universidad.
De ellos únicamente Erick de 11 años puede aspirar a la pasar sus días dentro de un aula de clases en el quinto grado de primaria, pero esto gracias a que su tía pagó la colegiatura de su escuela, ya que estaba por perder el presente ciclo escolar a falta de dinero, y su madre, Licha Mota, explica que incluso hay días en los que no quiere asistir a clases porque les piden aportaciones económicas con las que no cuentan.
Hasta hace ocho años, el siete por ciento de los adolescentes entre 12 y 17 años, (que eran 10 mil 787), formaban parte de la población económicamente activa, de acuerdo con datos proporcionados por el departamento de Planeación de la Subsecretaría de Desarrollo Social, basados en el Instituto Nacional de Estadística y Geografía.
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