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Cáncer cambia la vida de estudiante

Abril Salgado/
El Diario de Juárez

2018-09-09

Ciudad Juárez— “Tienes cáncer y te quedan seis meses de vida” son las palabras que retumbaron en sus oídos y cambiaron para siempre la vida de Erick Villegas hace dos años, cuando estaba en la preparatoria, con la mira en ser un estudiante universitario.
Con guantes, al igual que decenas de voluntarios, desde hace dos fines de semana llega muy temprano a un terreno ubicado en la avenida Del Charro y De la Raza, para dejar toda su energía en el Tapatón de la Esperanza que organiza la Asociación de Padres de Niños con Cáncer y Leucemia (Apanical).
“Yo fui paciente de Apanical, acabo de estar dado de alta, estuve tres años con cáncer, acabo de salir este año y aquí estoy, ayudando”, mencionó.
A sus 17 fue diagnosticado con cáncer testicular, pero el panorama no fue nada alentador, revelado su padecimiento un oncólogo le dijo que se diera por vencido pero él no pensaba rendirse.
“La verdad sí es algo muy triste y delicado porque toda tu familia se viene abajo, pero ya conforme lo vas viviendo y superando te das cuenta que no es tan dramático y tan feo como lo tiene la sociedad porque ahora ya hay mucho para tratar al cáncer y a lo mejor sí, en el Seguro te dicen que no te vas a salvar pero hay asociaciones que te ayudan y motivan a seguir adelante”, expuso.
Villegas narra que el mundo se venía abajo para su familia, pero al investigar, viajaron a Torreón en busca de una operación que podía darle nuevas esperanzas de vida.
Por dos meses permaneció en Coahuila hasta que regresó a la frontera, sus tratamientos debían continuar y así dio con Apanical, donde fue recibido y apoyado durante todo su proceso para poderlo concluir.
“Volví con el oncólogo y me dijo que necesitaba quimios así sin revisarme ni nada, fue cuando di con la asociación, fui con el doctor de ahí y me dijo que sí era un caso que sí se puede salir porque el cáncer testicular es algo que requiere seguimiento”, explicó.
Entre tratamientos, revisiones, estudios de sangre y orina para monitorear el regreso del cáncer estuvo hasta hace un año que pudo cumplir su anhelo de entrar a la universidad.
Actualmente Erick estudia ingeniería en Manufactura y es voluntario de la asociación en el programa de tapitas, acude seguido para visitar a sus “hermanitos” de Apanical, ya que para él, ahí todos son una familia y se apoyan en momentos duros de lucha.
“Ellos me ayudaron, me pagaron mis estudios y ahora yo les ayudo, no les cobro nada, soy voluntario y cuando me piden cualquier cosa ahí estoy”, expresó.
Relata que muchas personas ven al cáncer como sinónimo de muerte, pero él ahora lo ve como un motivo para superarse, “continuar tu vida y ponerle el doble de esfuerzo a todo lo que hagas, disfrutar”.
Villegas recordó que durante la prepa los pensamientos eran de total rebeldía, pero este padecimiento cambió su vida para darse cuenta de las muchas personas que hay a su alrededor y que también necesitan ayuda.
“Ahora que ya entré a la universidad es un pensamiento más a futuro, como ahorita ya estoy limpio, pero puede que un día regrese (el cáncer) entonces vives tu día a día como si fuera el último y lo vas disfrutando ya sea en eventos, escuela o cosas así lo valoras”, dijo.
Finalmente resaltó que no hay que temerle al cáncer, es un padecimiento difícil y feo pero se puede superar cuando tienes el valor de hacerlo.

asalgado@redaccion.diario.com.mx
 

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