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Casi se lo traga la tierra; auto queda inservible

Abril Salgado
El Diario de Juárez

2018-09-06

Alejandro Aguirre Domínguez transitaba desde temprano por el fraccionamiento Complejo Roma, a las 5:30 entraba a trabajar y acudió por un compañero. Al dirigirse hacia la calle Humariza ocurrió algo que nunca pensó: el pavimento se quebró y su automóvil iba directo a un agujero.
Entre el nerviosismo y la incredulidad, narra que el miedo lo invadió y lo único que hizo fue quitarse el cinturón de seguridad y decirle a su amigo que hiciera lo mismo para salir por una ventana, pues ya medio cofre estaba entrando en el pavimento y el agua de drenaje ingresaba por todas partes.
“Lo sacamos (el auto) con un camión de transporte de personal, el chofer vio que nos pasó eso y se paró, preguntó si estábamos bien y dijo que tenía una cadena. Me dijo ¿te puedo ayudar?, porque se estaba hundiendo más el carro, lo amarró y para atrás, lo sacamos”, mencionó Aguirre.
A un mes de haber obtenido su carro, ahora mira decepcionado su esfuerzo pero agradece que el susto no haya terminado con su vida o la de su acompañante.
En una bandeja de metal con arroz, al interior de su vehículo, colocó dos teléfonos celulares y dos tabletas electrónicas, equipo que utilizaba para su trabajo pero quedó sumergido entre el colapso del drenaje.
El entrevistado expuso que eso ocurrió desde las 5:11 de la mañana, momento en el que hizo el reporte al 911 y esperó dos horas y media para que Tránsito y Bomberos acudieran en su auxilio, pero ya había una queja de colapso de la calle.
“Caí yo y de ratito a los 20 minutos cayó otra troca negra, al rato le pasó a otra Explorer que nada más se atoró de una orilla y los bomberos la pudieron sacar jalando, no le pasó nada y se fue. Este (la RAM blanca) yo no lo vi, yo había ido a cambiarme y cuando regresé ya estaba hundido”, dijo.
En el lugar se impregnó el aroma de drenaje, de una alcantarilla en la calle Portal de Gladiadores brotaban los chorros de agua sucia, mientras un oficial de Tránsito platicaba con los afectados de los vehículos y varias cuadrillas de la Junta Municipal de Agua y Saneamiento (JMAS), daban magnitud a la problemática.
Empleados de la dependencia mencionaron que todo el colapso medía 49 metros y que el hundimiento era de aproximadamente cuatro metros de profundidad, por lo que ya no se podía permitir que alguien se acercara, ya que de las cuarteaduras del pavimento salía más agua negra y el acceso era riesgoso.
Corazón Díaz, vocera de la JMAS, informó que durante el día se registraron dos hundimientos pero las reparaciones se harán hasta que baje el caudal. Mientras se colocará la señalética correspondiente.
“Los niveles pluviales están muy altos, tenemos que esperar a que baje el nivel para poder meter personal porque es peligroso”, dijo. 
El segundo hundimiento se registró en Paseo de la Victoria y Camino Viejo a la Rosita, donde el accidente ocurrió a una pipa de gas que para mediodía logró ser sacada del agujero. En ambos casos se reportó que los conductores salieron ilesos.

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