Local

Combaten hambre de 50 niños y adultos

Abril Salgado/
El Diario de Juárez

2018-09-03

Ciudad Juárez— Dicen que las palabras convencen pero el ejemplo arrastra, es el testimonio de vida en el que desde hace cuatro años Yessenia Morales Rodríguez ha encaminado su historia y la de su familia para ayudar a su comunidad.
En un pequeño domicilio de la colonia Lucio Cabañas, Yessi, como es llamada con cariño, se despierta a las 5:00 de la mañana para preparar el desayuno a más de 50 niños y adultos de su localidad, pues ante la pobreza y carencias entre las que viven diversas familias, busca que al menos un plato de comida no les falte.
“Teníamos una tienda de abarrotes y de ahí yo veía que venían los niños y me decían que si les daba unas papitas o algo pero les faltaba dinero, o que si les fiaba un pan, y le comenté a mi esposo que había mucha gente que venía a pedir sin dinero y le propuse que con un poco de las ganancias ayudáramos, y de ahí empezamos a dar desayunos a los niños”, expuso.
Narró que su madre era costurera y hacía ropa para la gente de bajos recursos y su padre también donaba alimentos, por lo que al morir los dos –quienes entre la pobreza ayudaban a las personas– encontró el consuelo en apoyar a los niños necesitados y así llegó un alivio para el dolor ante su pérdida.

Aumento de precios pone en jaque a comedor
Mencionó que al comenzar con la ayuda, que siempre ha salido de sus bolsillos, los mismos pequeños acomodaban tablas y botes en su patio para adaptar mesas y comer todos, acción que ha cambiado un poco al conseguir una pequeña mesa de madera y un par de sillas, aunque resalta que todavía eso es algo de lo que carecen.
Pero eso no ha quebrantado el espíritu de ayuda de los menores, pues son ellos mismos los que reciben platos de comida y le recuerdan a Yessenia los vecinos que faltan, porque algunos no pueden asistir por problemas de salud, y llevan el alimento a todos los rincones de la colonia para que no haya un estómago vacío. El pasado 12 de agosto con ayuda del grupo Ángeles Voluntarios se llevó a cabo una kermés para recabar despensa y otros apoyos como libretas, lápices, mochilas, juguetes o ropa, “todo lo que la gente trae, en cuanto llega yo les digo que llegó ayuda y vénganse, y aunque sea en la noche los siento a todos y ya se ponen a ayudarme a acomodar”, dijo.
“Todo empieza así, porque todos tienen algo que contar, te familiarizas con toda la gente, viene una pareja, la señora tiene diabetes, el señor batalla para su pensión y no tienen la posibilidad de tener una comida segura, hay un señor que le dan ataques epilépticos, una persona postrada en su cama y sus niñas vienen y son casos muy especiales”, expresó. 
Resaltó que pese a requerir mucho apoyo con la comida ya no sabe dónde tocar puertas para continuar con esto, pues hace cinco años acudió a Desarrollo Social para gestionar una cocina, pero le pidieron las actas de nacimiento de todas las personas que ayudaba y al llevarlas nunca obtuvo respuesta.
“Ya no me he acercado porque no sé a dónde tocar puertas, mi tiempo, pues toda la mañana estoy aquí apurada y no tengo en dónde tocar”, comentó Morales.
Destacó que su principal pilar es su esposo, “a veces no lo dejo ni dormir porque le digo que no sé hacer esa comida y ahí está en la mañana, se pone y la hace”, dijo.
También mencionó que con el aumento de precios, hay días en que sólo han comido frijolitos, ya que con pagos de servicios como luz, agua y gas, además de las despensas cuando se terminan, con un sueldo no alcanza, pero esto no los hace abandonar esta labor de alimentar a los más necesitados.
“En esta colonia hace falta que se acerquen con cada familia, nos están olvidando, hay personas que de plano te pones a llorar cuando entras a sus casas, con tus carencias te sientes rico. Falta que alguien como Desarrollo Social venga y vea bien las necesidades, que conozca”, señaló.
Relató que es un sector con muchas necesidades y le gustaría que hubiera mayor apoyo, una estancia infantil y despensas para las personas, pues el hambre es lo que más se siente y la carencia se ve hasta en los zapatos que les hacen falta a los pequeños.
“Antes de conocer a Yessenia yo no tenía idea de que alguien necesitara y ahora que conozco no me duele ayudar, no me molesta gastar porque de alguna manera se aprovecha el dinero que ingresa en la casa en alguien que lo necesita, y si existe Dios, a lo mejor un día me lo va a recompensar, y si no existe, la gente va a comprender y agradecer”, relató Jorge, esposo de Morales.
Morales Rodríguez puso a disposición el teléfono (656) 184-91-69 para la ciudadanía que desee apoyar esta labor, al igual que la dirección Rubén Jaramillo #201 de la colonia Lucio Cabañas, donde de lunes a viernes pequeñas voces dicen al unísono “gracias por la comida Yessi”. 

asalgado@redaccion.diario.com.mx

 

X