Iris González
El Diario de Juárez
Ciudad Juárez— Convertido en un río de aguas negras que brotan del alcantarillado se encuentra el viaducto Díaz Ordaz, vialidad que fue reconstruida dentro del Plan de Movilidad Urbana que costó a los juarenses 2 mil millones de pesos.
Fue en octubre del 2013 cuando el entonces presidente municipal,Héctor Murguía Lardizábal inauguró los 3.7 kilómetros de concreto hidráulico de 28 centímetros de espesor que se colocaron después de 40 años de deterioro en esta vialidad.
No han pasado ni siquiera cinco años de esa fecha y las lluvias ya dejaron estragos.
Señalamientos derribados y con grafiti, las paredes del viaducto desmoronándose y las entradas y salidas del mismo chocadas, forman parte del panorama.
Pese a que las cláusulas del contrato establecían que Movicom, empresa encargada de desarrollar los frentes de obra, debería darle manteamiento a los trabajos por 20 años y reparar los desperfectos, la vialidad luce olvidada.
De acuerdo con el testimonio de los vecinos, desde que se llevaron a cabo los trabajos, no se ha vuelto a darles manteamiento.
Es en el tramo de Francisco Sarabia a Manuel Acuna donde el agua sucia recorre la vialidad.
Para la realización de los trabajos, la Junta Municipal de Agua y Saneamiento metió alcantarillado nuevo para evitar que el pavimento tuviera que abrirse y realizar reparaciones.
Temen que la humedad de las lluvias y del agua que sale del alcantarillado provoque daños a la superficie de rodamiento en esta obra millonaria.
Además, otros habitantes del sector han utilizado esta vialidad como depósito de basura, pues a lo largo de ella se pueden observar cajas, llantas, latas, envolturas de alimentos y hasta colchones y sillones.
El costo de los 62 proyectos contempaldos en el PMU fue de 2 mil 200 millones de pesos que se obtuvieron mediante un esquema de financiamiento a pagar en 20 años.