Local

Hombre de familia y aficionado al ciclismo

El Diario de Juárez

2018-08-19

Ciudad Juárez— Apasionado del ciclismo y casado hace más de 24 años, Juan Ignacio Camargo Nassar se prepara para una de las tareas más arduas de su vida profesional: la rectoría de la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez (UACJ).
Crecer en una familia de diez hermanos marcó la vida del próximo rector. “Imagínese la situación económica que se pasaba”, recuerda.
Entre seis mujeres y tres hombres, Juan –como se refieren a él sus más allegados– aprendió no solamente el significado de la familia, sino el del trabajo y, sobre todo, de la educación como el camino para la superación de obstáculos económicos.
Sus padres, Ivonne Nassar e Ignacio Camargo, decidieron que todos sus hijos varones tendrían dos nombres, el primero con J como inicial y el segundo Ignacio. Javier, Jorge, Juan y Jaime eran “Los Nachos”. Mientras que las mujeres llevaron por inicial L en el primer nombre, seguido de Ivonne.
De los diez hijos del matrimonio nueve cursaron estudios profesionales, ocho de ellos en la UACJ, cuyo destino será comandado durante seis años por Juan Ignacio, el octavo de la familia Camargo Nassar.
“La universidad ha sido parte de mí, de mi familia, siempre. Es parte de esta ciudad; Ciudad Juárez no se entendería sin la UACJ, mi historia personal tampoco”, refirió en entrevista para El Diario.
Nacido en la ciudad de Chihuahua en 1967, Juan Ignacio fue traído por sus padres a Juárez a los seis meses.
“Un amigo mío dice que en Chihuahua dejé únicamente el cordón umbilical, y sí, toda mi vida he sido juarense, de aquí me siento”, sostiene el rector electo.
La infancia y juventud del maestro en Ciencias Jurídicas transcurrió en Juárez, entre idas, venidas y mudanzas por las colonias Hidalgo, Exhipódromo, Los Nogales y Las Margaritas.
“Aunque la zona que más me gusta de Juárez es el Centro. Es un poco complicado ir por allá, sobre todo en bici, pero me gusta mucho”, indica.
De vicios, el futuro rector se confiesa.“Tengo uno, las bicis. Me gusta el ciclismo, ir en la bicicleta, competir, recorrer. Hubo un tiempo que me gustaba comprar bicicletas antiguas en las segundas, pero lo dejé, era mucho el desorden que tenía y mi esposa no estaba tan contenta con eso”, refiere entre carcajadas.
La pasión por las bicicletas viene de lejos, rememora, de los tiempos en los que la imprenta de su padre o el trabajo en una peletería no alcanzaba para comprar juguetes nuevos a todos los hijos.
“Armaba bicicletas cuando era niño. La necesidad nos hacía ir consiguiendo las piezas. Cuando ya tuve la oportunidad económica me compré una bici de montaña y empecé a comprarle una cosa, luego otra, otra más y más, le decía a mi esposa que era la última cosa que le compraría. Ahora tengo una de montaña y otra de ruta, nada más”, indica.
Camargo se prepara ahora para la rectoría de una institución académica con más de 31 mil alumnos.
“Estas posiciones son transitorias, están para servir y para aprender”, considera.
Dos hijos, mujer y hombre, son el motor para el también abogado y patente a aspirante de notario público.
De 16 años, el menor es una estrella del basquetbol estatal y nacional. La hija, de 21 años, es ahora una profesionista que también fue basquetbolista seleccionada.
“Son mis hijos, son mi orgullo; junto a mi esposa, son quienes me han dado el apoyo para lograr esto”, cuenta.
Uno de sus mejores amigos es Daniel Constandse, director del Instituto de Ciencias Biomédicas de la UACJ. Aunque ambos contendieron por la Rectoría, enfrentándose en la votación final, entre los dos queda la amistad y el respeto que por más de diez años han construido.
“Juan es un nombre honorable, trabajador, leal, honesto, pero sobre todo es amigo; es de esas personas que ponen a los amigos antes que a sí mismo. Me honra por ello contar con su amistad”, dice Constandse.
“Conociéndolo, sé que la universidad tiene un gran futuro, eligió a un gran hombre”, considera. 

redaccion@redaccion.diario.com.mx
 

X