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Drogas sintéticas aumentan crueldad

Miguel Vargas/
El Diario de Juárez

2018-08-11

La Fiscalía General del Estado (FGE) ha detectado más saña en la forma en que se cometen varios delitos en esta ciudad, incluyendo los robos.
En asaltos a transeúntes, negocios, robos de vehículos, de casa, lesiones, entre otros, los agresores ya no se conforman con obtener dinero en los atracos, sino que desa-tan su furia en contra de las víctimas de forma anormal, de acuerdo con especialistas.
Es una patología donde hay una ascendencia en el uso de la violencia, dijo Jorge Nava López, fiscal de la Zona Norte.
Indicó que, en parte, es atribuible al consumo de drogas sintéticas y la euforia que provocan.
Para el sociólogo de la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez (UACJ), Nemesio Castillo, ese tipo de violencia es imputable a la “escuela del crimen”: se aprende día con día en la dinámica social de la violencia.

Aprendieron en 13 años a ser más violentos
El conocimiento informal sobre crímenes que ha adquirido la sociedad, hoy se traduce en formas de violencia inusitadas porque se ha aprendido del tema, dijo.
Comparó la escuela con ese aprendizaje. Una generación habría pasado de la primaria a la universidad en ese proceso de la observancia del delito.
A su vez, el juez en materia de adolescentes, Eustacio Gutiérrez Corona, confirmó que actualmente hay muchos crímenes donde quienes los cometen “ni se acuerdan porqué lo hicieron”.
Hoy se aplica una violencia distinta, no como ocurría antaño, cuando los móviles podrían ser motivados por una venganza o un motivo pasional, comentó.
En su opinión esas conductas se dan por la frecuencia en que se cometen los delitos en esta ciudad.

Es por nuevas drogas: Nava
En Juárez hay un problema de adicción a todos los niveles y eso es parte de la escalada de violencia en la comisión de crímenes, comentó, Jorge Nava, fiscal Zona Norte.
“Por eso hemos visto este aumento, es parte de la descomposición del tejido social que no se ha resarcido”, afirmó.
Dijo que tanto en víctimas como en victimarios las edades promedio son de los 18 a los 30 años, en diferentes delitos, que forman parte de un proceso donde la reinserción social no se ha logrado.
Afirmó que hoy el “cristal” y otras drogas sintéticas alteran a las personas y los ponen eufóricos, y si son de aquellas que cuentan con un historial delictivo, bajo los influjos de estas sustancias son proclives a cometer delitos con mayor violencia.

No la piensan: juez
“Una persona drogada no la piensa en asesinar, incinerar, mutilar o decapitar sin sentimiento… muchas veces ni se acuerdan cómo y por qué asesinaron a las víctimas”, comentó el juez de adolescentes, Eustacio Gutiérrez Corona.
Dice que otro factor que estaría motivando la saña en los delitos es la frecuencia con que se han venido registrando en la ciudad.
Los estimulantes que se consumen ahora estarían provocando esas reacciones, aunque el problema de la criminalidad en sí no ha variado; tanto en el pasado como en nuestro tiempo se han cometido crímenes horrendos con formas inusitadas de violencia que sobrepasan los límites de la imaginación, dijo el magistrado.

‘Abrieron puertas’
Nemesio Castillo, sociólogo de la UACJ, dijo que han sido entre 10 y 13 años de manifestaciones de violencia que se han aprendido en esta ciudad.
“Eso abre puertas a pensamientos que no se daban, van aprendiendo a cometer violencia y los niveles van en aumento”, dijo el especialista.
Comentó que hay prácticas que se aprenden para bien o para mal, y por ejemplo –dijo– en la primaria se asimila el conocimiento común, pero si se compara con el de las universidades ya es distinto, y estaríamos alcanzando ese nivel, apuntó. (Miguel Vargas / El Diario)

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