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Cumplen promesas y hacen nuevas peticiones

Abril Salgado/
El Diario de Juárez

2018-08-10

Ciudad Juárez—El fuego de cientos de veladoras, ramos de rosas rojas y gladiolas blancas integran un paisaje de luz dentro del templo de San Lorenzo, marco de la fiesta religiosa que en una mezcla de esperanza, devoción y diversión se lleva a cabo desde el pasado jueves y que terminará mañana.
El olor a cera, incienso y flores se conjuga en ese lugar, donde cientos de juarenses se acercan a cumplir sus promesas, dar gracias y hacer nuevas peticiones, principalmente de trabajo, salud y paz.
Una que otra lágrima resbala por algunos rostros que elevan sus ojos y dedican sus oraciones al mártir y diácono, que de acuerdo con la historia, siempre veló por los más necesitados.
Con lleno total se llevan a cabo cada una de las misas, donde las personas desde horas antes apartan su lugar para escucharla sentados, mientras otros se acomodan de pie en los pasillos del templo.
Afuera, en una entrega espiritual, los grupos de matachines que asisten a la celebración ofrendan su danza hora tras hora, en un regocijo de color al ritmo de tambora, cascabeles y guajes.
Paso tras paso se mueven sincronizados agitando sus penachos mientras los “viejos de la danza” hacen travesuras que arrancan carcajadas.

Ofrendan matachines su danza
Los danzantes son una parte importante de la celebración para conmemorar al santo patrono de los diáconos.
“Él es Dios”, gritan los matachines que lucen con orgullo sus mejores galas y dan su espectáculo en la calle, para agradar a su santo y ser admirados por los presentes.
Mientras en la plaza los espera un festín de aromas y sabores. Las enchiladas, gorditas, tacos, flautas, aguas frescas, y varios postres mexicanos le ponen sabor a la feria junto con los juegos mecánicos, los de suerte y las artesanías.
Burbujas, música y brinca brinca, también se pueden apreciar en el panorama donde familias enteras caminan con sus alimentos y cuidan de los niños para formar parte de esta festividad católica.
Entre la multitud, de rodillas ingresó al Santuario Camelia Cordero, quien desde hace 40 años paga una manda que su madre prometió a San Lorenzo para salvar su vida, luego de haberse quemado todo el cuerpo con un biberón caliente a los pocos meses de nacida.
“Para mí cumplir esta manda representa mucha dicha de que todavía estoy aquí con mi padre que me acompaña, es una alegría”, dijo.
Por su parte Servicios Públicos informó que durante el primer día del festejo se retiraron 5.9 toneladas de basura con 21 trabajadores de la dependencia. (Abril Salgado / El Diario)

asalgado@redaccion.diario.com.mx

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