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Maestra absuelta

Sergio Sarmiento
Periodista

2018-08-08

Ciudad de México.- No se requería mucha ciencia. El 16 de noviembre de 2016 escribí en este espacio: "Como van las cosas es probable que la maestra Elba Esther sea declarada inocente por los tribunales a fines de este sexenio o principios del siguiente." La confirmación se dio este 7 de agosto, cerca de la media noche, cuando el abogado Marco Antonio del Toro anunció que Gordillo había sido absuelta de los delitos que le quedaban.
La absolución no significa que la maestra no haya recibido ingentes cantidades de dinero del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación. La Procuraduría General de la República comprobó que la maestra utilizó mil 978 millones de pesos de recursos de la organización para gastos personales: pilotos, viviendas, cirugías plásticas, pagos a una cuenta de American Express, depósitos bancarios en Suiza y Liechtenstein.
A la maestra se le acusó de haber realizado "operaciones con recursos de procedencia ilícita", lo que popularmente se denomina lavado de dinero. El problema es que el SNTE nunca presentó denuncia en contra de la maestra por desvío de los recursos, los cuales le fueron entregados de manera sistemática y con plena anuencia. La maestra siempre argumentó que la entrega de dinero del sindicato para los gastos personales de la presidenta era una práctica habitual y legal.
Otra de las acusaciones que se le presentaron a Elba Esther era el de "delincuencia organizada". Pero esto no significa más que varias personas se unieron para realizar el delito principal. Si la acusación de lavado de dinero se cae, la de delincuencia organizada no se puede sostener.
En 2011 la maestra le declaró al reportero Fernando del Collado de Milenio que tenía un ingreso de 80 mil pesos mensuales. Claramente recibía mucho más, pero no de procedencia ilícita o de la delincuencia organizada, sino del sindicato. El SNTE pudo haber demandado a Gordillo por desvío de recursos, ya que las cuotas de los maestros no deben usarse para los gastos suntuarios de una dirigente sindical; pero esto habría significado que los nuevos líderes no hubiesen podido usar el dinero del sindicato como propio.
Si el dinero no procedía de un desvío o de un fraude, entonces no era de procedencia ilícita. Lo ilegal sería en todo caso que Elba Esther no haya pagado impuesto sobre la renta por estos ingresos.
Sí hubo acusaciones en contra de la maestra por defraudación fiscal, pero por montos muy pequeños, de 4.3 millones y 2.2 millones de pesos, y no por todos los mil 978 millones de pesos que recibió del sindicato. Los tribunales, sin embargo, descartaron las acusaciones desde hace tiempo por una razón de forma y no de fondo: porque el SAT no notificó de los presuntos adeudos fiscales a la maestra antes de entablar juicio en contra de ella, como se debe hacer con todos los contribuyentes.
No se requería de mucha ciencia hace años para entender que Elba Esther sería exonerada. Sorprende que haya permanecido encarcelada casi cinco años y medio, sin presunción de inocencia, ante acusaciones que sabíamos se iban a caer. Parecería que sí fue una presa política. Pero lo que realmente aterra es saber que el SNTE le entregó mil 978 millones de pesos para gastos personales sin que haya tenido al final que pagar impuestos por ellos. Una vez más está claro que en México los sindicatos son simples maquinarias para despojar de dinero a los trabajadores, en este caso a los maestros, y que los poderosos no tienen que pagar impuestos como hacemos los demás. Ésta es la moraleja del caso.

¿Gobernando?
Andrés Manuel López Obrador ya es presidente electo tras recibir ayer la calificación del Tribunal Electoral. Parece, sin embargo, que ya está gobernando, mientras que el presidente Enrique Peña Nieto se muestra cada vez más ausente.

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