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Tras incendio, temen 'cueva de maleantes'

Abril Salgado
El Diario de Juárez

2018-07-31

Ciudad Juárez— Vecinos de la colonia Anáhuac señalaron que temen el origen de una nueva ‘cueva’ para los maleantes, pues luego del incendio que consumió dos casas de adobe en el cruce de las calles 5 de Febrero y Cusihuiriachi el pasado lunes, no se sabe nada de los dueños.
Entrevistados mencionaron que el terreno pertenecía a “Lalo”, un señor que desde hace años habita ahí, y que al parecer prestaba la otra parte de su casa a una mujer con sus dos hijos pequeños, pero que al ocurrir el incendio se fueron y no han vuelto.
“Se les echó a perder la casa de a tiro”, expresó una habitante de la zona. “Yo no estaba cuando pasó esto pero dicen que fue un cortocircuito, a ver si luego no la usan los malandros como cueva, que nomás andan buscando esos espacios”, dijo.
El olor se siente a un par de metros, desde donde se aprecia el colapso del techo, las paredes de adobe se pintaron de color negro y en el suelo de la vivienda hay madera y ropa calcinada; también se alcanza a ver el daño en un pequeño ducto de aire acondicionado.
Al exterior hay pedazos de vidrio a lo largo del domicilio por la banqueta y por la calle, donde unas pequeñas tablas de madera quedan sobre unos escalones en los que se puede ver un daño menor en la otra vivienda, pues montones de ropa y un closet con prendas colgadas continúan ahí. 
Efrén Matamoros Barraza, director de Protección Civil, informó que el incendio se originó en un cuarto de 4 x 4 en un domicilio de tres habitaciones y dos baños de diferentes medidas, todo construido de adobe y techo de madera en un predio de 15 x 20 metros aproximadamente.
Explicó que el resto de los espacios en el domicilio fueron afectados por el humo y el calor, y que entre los daños materiales que se observaron hay tres camas, un refrigerador, una cómoda, un comedor, papeles de importancia, ropa de uso y un estéreo.
“Causa probable del siniestro: calentamiento en instalaciones eléctricas inadecuadas, provocando un cortocircuito, iniciándose así el incendio. Esta era una instalación clandestina”, señaló.
Ayer desde temprano, Javier Hernández, un vecino del sector, acudió al lugar de la conflagración para colocar bloques de adobe en una de las entradas que quedó abierta. Con ayuda de un pedazo de plástico, recogió los vidrios que se encontraban en las escaleras y con sus pies arrastró los desechos que quedaron en el suelo.
“No sé a dónde se fueron, sí lo conocía desde hace muchos años, eran vecinos, yo ayer no estaba pero ahora que vine, me dijeron y estoy poniendo adobe para que no se vayan a robar las cosillas que quedaron”, expresó, mientras con sus manos recogía las piedras grandes y acumulaba la basura que hace más notoria la desgracia de una familia que perdió todo.
asalgado@redaccion.diario.com.mx

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