Luz del Carmen Sosa
El Diario de Juárez
Ciudad Juárez— El reto apenas inicia para Gerardo Mares Natividad. El pasado 15 de julio fue notificado que aprobó el examen de admisión en la Universidad Pedagógica Nacional del Estado de Chihuahua.
Su sueño, como integrante de la comunidad sorda, es ser maestro de personas que, como él, padecen la pérdida de audición discapacitante.
Este logro lo comparte su maestra Ruth Márquez, quien conoce a Gerardo desde el 2013, cuando era orientadora de educación especial en el Centro de Bachillerato Zaragoza, una escuela preparatoria inclusiva que se encuentra en la colonia Salvárcar.
Gerardo no está solo, ya cuenta con una red de apoyo conformada por la Asociación de Intérpretes de Lengua de Señas Mexicana Paso del Norte, que lo apoyaron para realizar su examen.
Tras ser admitido, la universidad deberá contar con, al menos, un intérprete para apoyar a Gerardo en su proceso de aprendizaje durante toda la carrera.
Ruth comparte que su alumno y amigo ya antes había intentado ingresar a otras escuelas, pero la falta de dominio del español le había impedido aprobar los exámenes de admisión.
“Esta vez estaba decidido a ingresar a la escuela que prepara maestros en Ciudad Juárez, la Universidad Pedagógica Nacional del Estado de Chihuahua, porque su sueño es ser maestro de otros sordos. El día del examen, se presentó acompañado de un intérprete de Lengua de Señas Mexicana”, narra.
Escuelas incluyentes
El primer temor que ambos tenían era que los encargados de aplicar el examen rechazaran la presencia del intérprete debido a que en México prevalece el desconocimiento sobre la inclusión de personas sordas y su derecho a recibir educación en su lengua.
“La sorpresa fue encontrarnos con una escuela abierta a la inclusión, que brindó todas las facilidades para que Gerardo pudiera hacer su examen. Los docentes y el personal administrativo mostraron gran calidad humana, sentido de inclusión y sobre todo respeto. Ellos lo apoyaron en todo momento y le proporcionaron los espacios adecuados para que presentara su examen”, agrega.
La familia, los amigos y colegas de Gerardo saben que el reto apenas inicia, ya que durante toda su carrera será vital la presencia de intérpretes para el acceso a la educación.
“Este es un derecho de las personas sordas que se encuentra marcado en la Ley General para la Inclusión de las Personas con Discapacidad en su artículo 12 fracción VI”, refiere Ruth, quien también es intérprete.
Agrega que como maestra de Gerardo siente un gran orgullo al saber que ha logrado esta meta que tenía mucho tiempo queriendo alcanzar.
“Ya lo veíamos desanimado para entrar a una universidad. Pero es un joven muy inteligente y sobre todo persistente. Contar con el apoyo de la Upnech, la Asociación de Sordos que preside la maestra Dina Salgado, quien es sorda y maestra de Gerardo, ha sido crucial para este logro”, plantea Ruth.
Destaca que la apertura para las personas que padecen la pérdida de audición discapacitante es necesaria e inaplazable. Las personas con discapacidad tienen derechos que deben ser respetados.
“Todos debemos trabajar en generar una sociedad más inclusiva en la cual se construyan oportunidades para todos atendiendo sus necesidades. También la participación de la Asociación de Intérpretes Paso del Norte, que preside Elizabeth Maldonado, fue pieza angular para el ingreso de Gerardo, pues ellos son el puente de comunicación entre la comunidad oyente y la comunidad sorda”, concluye.
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