Verónica Domínguez/
El Diario
El viaje que realizaron los pasajeros de Ciudad Juárez que se volcaron en Nayarit el sábado 28 de julio tuvo un costo de 4 mil 500 pesos por ida y vuelta, comentó Karen Navarrete, familiar de Miguel Ángel Rodríguez Martínez y Wendy Daniela Rodríguez Martínez, quienes murieron en el accidente.
De acuerdo con Natanael Alvarado, quien contrató los servicios de Turismos Araiza, y también viajó en el otro camión con rumbo a Nayarit, pagó 130 mil pesos por cada autobús.
Las personas que ofrecieron el servicio de transporte no han podido ser localizadas por los pasajeros.
Alvarado comentó que cuando contrato el servicio primero acudió al bulevar Zaragoza y Ramón Rayón, en donde se ubican las oficinas de la empresa, pero de ahí lo trasladaron a la calle Simón Bolívar y Portugal, 4570 del fraccionamiento Santa Rosa para que viera los camiones.
Las personas que viajaron el día del accidente salieron del bulevar Zaragoza y José Mateo Torres, comentó Alvarado.
Aseguró que ha tratado de comunicarse con Raúl Gerardo Ramos Hernández, chofer del camión, quien también se hizo pasar como el propietario de los autobuses pero no le contesta.
En la póliza con el número 2133263, se agrega la descripción de la unidad AS Autobús Oisa Jaguar, modelo 2003, con una capacidad para 45 pasajeros. También el documento muestra la cantidad de 5 mil 507 pesos del costo de la póliza que pagó la empresa Turismos Araiza.
Angélica Charles, vocera de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes del Estado, comentó que la empresa Turismos Araiza es propietaria del camión con placas 036RKT que tiene registrado en la SCT, pertenece al estado de Durango y tiene permiso vigente.
“Lo que procede es que el centro de la SCT de Nayarit hará un exhorto a la SCT de Durango para que haga una revisión al permisionario en su domicilio”, agregó la vocera.
A su vez, Karen Martínez comentó que su hermana le dijo que fueron muchas las negligencias cometidas. Desde que llegaron a tomar el camión observó que traían asientos pequeños y querían que ahí se sentara la gente.
Comentó que debido a la saturación que hubo en el autobús, su sobrino tuvo que irse acostado en el pasillo que va al baño.
Agregó que fue una desorganización por parte de la empresa, porque cada vez que se detenían algunas personas se cambiaban de autobús, como en el caso de su sobrino que en un principio no iba en el camión que se volcó.
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