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El 'milagro' de un juarense que recorrió el país en una pequeña moto

Antonio Flores Schroeder
El Diario de Juárez

2018-07-25

Ciudad Juárez— Un juarense recorrió en una pequeña motocicleta el país no sólo para ver a su mamá sino para demostrar que en México eran más las personas buenas que las malas.
Armando Alvarado salió de Cancún el pasado 2 de abril y a su paso encontró ‘puros milagros’, algunas tormentas, tolvaneras y mucho calor.
Días antes del inicio de su aventura, recibió la noticia que le casi le fulmina el corazón: su madre estaba mal de salud y le tenían que quitar uno de sus riñones.
Así, con esa preocupación y contra la oposición de sus amigos salió un lunes rumbo a Tulum y de ahí a Veracruz.
“Días antes de que saliera, cuando algunos amigos ya sabían que atravesaría el país en mi moto, me alertaron de muchas cosas, que me iban a ‘bajar’ en la carretera, me dijeron que mejor me suicidara, que era demasiado arriesgado, que tuviera cuidado con los huachicoleros y con toda la gente mala, pero yo siempre les dije que iba a encontrar en mi camino a pura gente de buen corazón”, relata Alvarado quien trabajaba en el Aeropuerto Internacional de Cancún.
Para llegar a su centro laboral, Armando recorría desde su casa 30 kilómetros y otros 30 de regreso.
“Me di cuenta que al recorrer 60 kilómetros diarios no sería tan difícil irme hasta Juárez, porque si juntaba esos recorridos fácilmente ya hubiera ido y venido varias veces”, agrega el motociclista que también es músico en el género de reggae.
Su recorrido fue monitoreado por clubs de motociclistas de todo el país.
En Veracruz le dieron ‘la bendición’ y lo metieron a varios grupos de whatsapp para darle seguimiento a su trayectoria.
“Sentí muy bonito porque en cada ciudad, me recibían en la carretera y también cuando me iba, me despedían, algunas veces en caravana. Nunca me faltó comida ni cama y ahí fue cuando me percaté que no me había equivocado, que era más la gente buena que la mala”, añade Alvarado.
Lo de menos era irse en avión. No era la falta de dinero sino un reto y una manda, insiste.
Así pasó por Quintana Roo, Veracruz, Tabasco, Zacatecas, Aguascalientes, la Ciudad de México, Durango, Coahuila y Chihuahua, entre otros estados.

En algunas ciudades organizó tocadas de reggae junto a otros músicos y algunos bikers hasta lo apoyaron económicamente.
“Yo no quería aceptar el dinero, pero me dijeron que no me estaban preguntando y que tenía que tomarlo”, dice con la sonrisa dibujada en el rostro en la entrevista con El Diario.
Nunca se desconectó de la comunicación con su mamá. En el fondo sabia que era una especie de manda para pedirle a Dios que su madre saliera bien de la operación.
En los 30 días que duró su recorrido tuvo muchas historias. Una de ellas ocurrió entre Coahuila y Saucillo en un retén de la Policía Federal.
Uno de los agentes no le creyó que hubiera viajado tantos kilómetros en una motocicleta con un motor de 100 cilindros cúbicos.
“Me dijo que él creía que yo llevaba un kilo de cocaína entre mis cosas, que cómo era posible que en esa moto fuera hasta Juárez desde Cancún”, recuerda Alvarado.
Otro de lo elementos federales era ‘biker’ y sus compañeros lo cuestionaron que cómo con una moto grande no salía de su ciudad.
Entre las burlas, el federal revisó el celular y en ese momento se dio cuenta cuando vio cientos de mensajes de whatsapp de motociclistas de todo el país.
Al final el federal, lo felicitó y le deseó buena suerte, inclusive le dijo cuáles eran los lugares más ‘calientes’ para que tuviera cuidado.
Unos 50 kilómetros después, encontró otro retén pero ahora de la Ministerial.
“Algo hubo de comunicación entre los federales y la ministerial, porque ellos ya sabían y hasta se emocionaron cuando pasé junto a ellos”, dice.
Llegó a Ciudad Juárez el 2 de mayo, exactamente un mes después de su salida de Cancún.
Ahora sólo era cuestión de esperar la operación de su madre.
“Mi mamá salió bien de la operación y ahorita ya anda muy bien, pero algo pasó, yo digo que fue como un milagro, a mi mamá se le paró el corazón en la intervención quirúrgica, eso me lo dijo el doctor y que le tuvieron que bombear y prácticamente regresó para vivir”, explica conmovido mientras mueve las mano de un lado a otro.
Ahora Alvarado se acomoda a su nueva vida en Ciudad Juárez. Tiene planes de seguir como músico y no descarta, si algún día regresa a Cancún, irse en la misma moto como una forma de agradecimiento porque su mamá está bien de salud.

 

 

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