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Llegan más de 500 deportados en un mes

Verónica Domínguez
El Diario de Juárez

2018-07-22

Felipe Ortiz, de 22 años, llegó el pasado viernes a esta frontera tras ser deportado. En la Oficina de Atención a Migrantes de la Presidencia Municipal esperaba preocupado a su esposa, quien se quedó detenida en las oficinas de Inmigración de El Paso.
A su lado se encontraba Bárbara Rojas, de 24 años, prima de su esposa, quien también aguardaba por otro familiar al que separaron del grupo.
Como ellos, a esa oficina gubernamental han llegado 540 personas en lo que va del mes –27 mujeres y 513 hombres, uno de ellos menor de edad–, informó Rogelio Pinal, director de Derechos Humanos del Municipio.
Desde hace dos meses Felipe y su esposa planearon salir del pueblo San Agustín el Viejo, Guerrero. La persona que contactaron para cruzar la frontera les cobraría 6 mil 500 dólares a cada uno, pero como no los reunieron decidieron arriesgarse y, por su cuenta, tratar de cruzar al otro lado.
Apenas al pasar la frontera de Agua Prieta, Sonora, fueron detenidos por los agentes de migración estadounidense.
Con lenguaje mixteco, Felipe y Bárbara se ponían de acuerdo en los pasillos en la Oficina de Atención a Migrantes para buscar la manera de conseguir dinero y poder subsistir durante el tiempo que pasarían en Juárez antes de volver a su lugar de origen.
Pinal dio a conocer que el mes pasado la dependencia atendió a 909 migrantes deportados de Estados Unidos por esta frontera, mientras que en lo que va del año suman 3 mil 465.
Luego de 25 años de vivir como indocumentado en Aspen, Colorado, y haber sido deportado tres veces, Noé Barrera arribó con otras 16 personas a esta frontera. Dijo aún tener la esperanza de regresar a Estados Unidos para volver a ver a su hija.
A sus 17 años Noé dejó Cuautla, Morelos, para estudiar un año inglés y poder ejercer su carrera técnica en administración de empresas, pero decidió quedarse en Estados Unidos para trabajar.
“Yo fui por un año, y ahí me quedé por 25”, platicó el migrante.
Su primera deportación fue en 2002, cuando llegó la DEA (Oficina Antidrogas de Estados Unidos) a la casa donde rentaba con unos amigos y los encontraron en posesión de estupefacientes.
La segunda fue en 2015, cuando intentó arreglar su estatus migratorio para obtener la residencia, pero, por su antecedente, fue de nuevo deportado y sentenciado a 20 años sin poder entrar en el país. La última, la que lo mandó por Juárez esta semana, fue por conducir en estado de ebriedad.
Para Noé la forma de actuar del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, no está mal porque quiere sacar de país a los migrantes “que no se portan bien”.
“Sólo está haciendo su trabajo, lo que no me gusta es que separe a las familias, a los niños, sí hace su trabajo pero no lo está haciendo de manera justa”, lamentó.
De acuerdo con personal de la Oficina de Atención a Migrantes, a quienes presentan la carta de repatriación se les otorga un vale de transporte que debe canjearse en la Central Camionera para que puedan regresar a sus hogares o ciudades de origen.
La mayor parte de los migrantes que han llegado para solicitar el apoyo son originarios de Chiapas, Durango, Ciudad de México, Guerrero y Oaxaca. En tanto, los destinos más solicitados son Baja California Norte, Chihuahua, Ciudad de México, Sonora y Zacatecas. (Verónica Domínguez)

vdominguez@redaccion.diario.com.mx

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