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El Diario de Juárez
Cuatro de las personas presentadas por las autoridades como involucradas en el asesinato de una pareja de maestros, ayer fueron puestos a disposición de diversos jueces de Control, acusados de narcomenudeo y uno de ellos también de posesión de vehículo con reporte de robo.
A Javier Marín Arreola y Marcos Galindo Ruiz se les impuso la medida cautelar de prisión preventiva; a Margarito Sáenz Rodríguez ninguna cautelar, enfrentará el proceso penal en libertad y la detención de Brenda Alejandra Lechuga Amador se declaró ilegal.
Ayer Marín Arreola fue trasladado a la novena sala de la “Ciudad Judicial” a disposición del juez de Control Adalberto Contreras Payán.
El agente del Ministerio Público (MP) a cargo informó al juez que agentes de la Secretaría de Seguridad Pública Municipal (SSPM) observaron que un automóvil Chevrolet Camaro con matrículas 375-SDE9 del Estado de Chihuahua era conducido a exceso de velocidad y le marcaron el alto al guiador pero este hizo caso omiso e inició una persecución.
En la calle Oasis de Kalahari, el guiador perdió el control del volante e impactó el Camaro contra unos autos que estaban aparcados. Del carro bajaron dos hombres, uno logró huir del lugar y el otro fue detenido e identificado como Javier Marín Arreola.
Al realizarle una inspección física al parecer a Marín se le aseguró en el pantalón que vestía una bolsa conteniendo 11.30 gramos de cristal; tres tarjetas bancarias a nombre de uno de los maestros asesinados, Arturo Castro Chávez y varios celulares.
Además al “correr” el número de serie del Camaro se determinó que tenía reporte de robo y la tarjeta de circulación del auto también estaba a nombre de Castro Chávez.
La abogada defensora de Marín Arreola le dijo al Tribunal que no tenía ningún argumento a favor de su representado y el juez declaró legal la detención y después ordenó que permanezca recluido en el Cereso 3 de Ciudad Juárez porque tiene dos antecedentes penales por el delito de robo bajo los números de causa 844/15 y 100/08 y no hay certeza sobre cuál es su domicilio.
Marco Galindo Ruiz fue llevado a la décima sala a disposición del juez Félix Aurelio Guerra Salazar acusado de haber estado en posesión de diez dosis de mariguana. Presuntamente él fue detectado por policías municipales cuando mostró una actitud evasiva al esconderse detrás de un vehículo estacionado ante la presencia de los elementos
El abogado defensor de Galindo Ruiz presentó varios testigos para tratar de acreditar que su cliente fue detenido en su domicilio luego de que los municipales “reventaron” el inmueble. La hermana, el cuñado y un vecino del sospechoso declararon ante el juez Guerra. Los dos primeros dijeron que el último les informó que los policías habían entrado a la casa para llevarse a Marco y el vecino refirió que él le habló al padre de Marco porque vio que agentes de dos unidades se lo llevaron detenido y después de 15 minutos vio que los uniformados regresaron a la casa y se quedaron ahí vigilando.
Empero el juez determinó que las dos primeras testigos no presenciaron los hechos y que su versión no coincide con la del vecino y dejó sin valor todas los testimonios, declaró legal la detención e impuso la medida cautelar de prisión preventiva.
Mientras que a Margarito Sáenz Rodríguez se le acusó de haber estado en posesión de una dosis de mariguana que dio un peso de .45 gramos. Él fue detenido en la colonia División del Norte cuando estaba orinando en la vía pública y ayer el juez Lorenzo Villar Chavarría consideró que no era necesario ninguna cautelar pues tiene arraigo en Ciudad Juárez, fue acusado de un delito menor y no tiene antecedentes penales.
Finalmente Brenda Alejandra Lechuga Amador fue puesta a disposición del juez Samuel Uriel Mendoza Rodríguez, quien consideró que ella no cometió ningún ilícito pues la detuvieron después de que tocó en un domicilio particular y cuando le abrieron la propietaria dijo no conocerla.
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