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El Diario de Juárez
Entre salvas, toque del silencio y el ulular de sirenas, compañeros policías, amigos y familiares despidieron ayer al agente de la Comisión Estatal de Seguridad (CES), Omitilo Agüero Olivas, asesinado a balazos el pasado domingo en una gasolinera ubicada en el Eje Vial Juan Gabriel y López Mateos.
El padre, madre, la hija y la esposa del agente fallecido estuvieron frente al féretro que se montó entre arreglos florales a la mitad del patio de las instalaciones del CES en esta ciudad, ubicadas en el Eje Vial Juan Gabriel y Sanders, donde una formación de oficiales estatales acompañados de mandos y tropa de la Secretaría de Seguridad Pública Municipal, hicieron los honores al agente caído cumpliendo su deber.
Un estruendo de salvas disparadas a un mismo tiempo hacia el cielo por sus compañeros estremeció a muchos de los ahí presentes, quienes con tristeza recordaban al fallecido.
La madre de Omitilo soltó en llanto cuando se escucharon las sirenas de varias patrullas para despedirlo, al tiempo en que recibía la fotografía ampliada de su hijo de manos de Mario Dena Torres, subsecretario de Gobierno en esta ciudad, quien dio el pésame a la familia seguido de los mandos superiores de la corporación a la que el oficial sirvió por más de un año.
Fueron seis de sus colegas vestidos con uniformes tácticos del CES quienes llevaron el féretro de regreso a la carroza funeraria para despedirlo de las instalaciones, donde el agente ausente era quien estaba al cuidado de vigilar la entrada en los últimos meses.
Omitilio Agüero Olivas, de 37 años de edad, fue acribillado y muerto a bordo de una unidad de la corporación mientras la abastecía de combustible, en un hecho relacionado a un ataque contra la institución policial donde los asesinos, aún prófugos, habrían escogido un agente al azar para privarlo de la vida, de acuerdo con versiones oficiales.
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