Local

Con 64 años termina licenciatura

Abril Salgado/
El Diario de Juárez

2018-07-15

A sus 64 años de edad María Teresa Cásares Leyva logró cumplir un sueño que desde los 18 se vio truncado, al terminar una carrera universitaria.
Tras cumplir la mayoría de edad se casó, por lo que desde entonces interrumpió sus estudios para atender la casa, a su marido, luego a los hijos, un negocio personal y posteriormente a sus nietos. Hasta que tenía 59 años decidió que era momento de emprender de nuevo lo que dejó pendiente: sus estudios.
“Fue una experiencia muy bonita porque no todo el mundo se arriesga a entrar a una universidad donde hay sólo gente joven”, expresó.
A pesar de sentir una inquietud por la diferencia de edades, narra que nunca fue discriminada por compañeros de clase o maestros, por el contrario, recuerda que durante sus últimos semestres los alumnos le pedían permiso para sentarse a su lado, y que llegó a tener beca por excelencia académica.
“Al principio del semestre yo sí me sentí un poco excluida, sobre todo cuando nos pide el maestro que nos presentemos, que digas tu edad y por qué estás aquí”, expresó.

Ahora va por maestría en línea
Explica que los primeros días de clases fueron algo difícil, pero ya después cuando se va uno desenvolviendo y ven que participas, siento que hay una aceptación”, apuntó.
Durante los cinco años que le tomó terminar su licenciatura en Psicología en la UACJ, explica que vio todo tipo de casos entre los alumnos, desde quienes batallaban para continuar sus estudios hasta los que realmente no querían esa carrera.
“Yo vi a jóvenes que se esforzaban; se veía que carecían de recursos y tenían a veces que recurrir a la ayuda de alimentos en la universidad”, expuso y agregó que también había jovencitos que iban porque los papás los mandaban “pero no tenían muchas ganas de estudiar”.
Volver a la escuela luego de 41 años fue algo que cambió su vida, pero también hacer prácticas profesionales y servicio social le dio un giro a su camino, fue entonces cuando se dio cuenta de que se inclinaría por las personas de la tercera edad.
El año pasado, Cásares Leyva llegó a la organización Girasoles para cumplir con un requisito de la universidad y poco después comenzó a impartir clases. Actualmente es maestra, auxiliar voluntaria y alumna de la asociación.
“Me gusta mucho trabajar con adultos mayores, tengo personas de poco más de 50 hasta 86 años, e imparto el taller de estimulación cognitiva” puntualizó.
Además de enseñar aspectos psicológicos, también llegó a dar dos cursos de computación, manejo de Word, redes sociales y aprender a comunicarse por medio del Whatsapp web.
Cásares señaló que de igual manera asiste a la maestra del Taller de Pintura porque cree que es una manera en la que los adultos pueden transmitir lo que perciben, y lo considera importante porque con la edad se pierde la capacidad de distinguir los colores. 
La entrevistada expuso que es tanto el cariño que siente por trabajar con los adultos mayores que ya ha rechazado ofertas de trabajo porque no quiere dejar de asistir a Girasoles y que también tiene planes de hacer una maestría en línea para también atender su hogar y a sus alumnos. (Abril Salgado / El Diario)

asalgado@redaccion.diaro.com.mx

X