Martin Orquiz/
El Diario de Juárez
La representación legal de Bodega Aurrerá estudia interponer una demanda por allanamiento contra las personas que permanecieron 17 horas en el interior de una de sus sucursales en espera de que les cobraran televisiones y bocinas ofertadas a precios erróneos.
El conflicto se generó cuando unas 100 personas prácticamente tomaron las instalaciones de la sucursal que se ubica en la intersección de perimetral Carlos Amaya y calle Ayuntamiento desde las 6 de la tarde del jueves, cuando tomaron los aparatos y exigían pagar televisiones de 32 pulgadas a 3.290 y 5.650 pesos, además de bocinas inalámbricas a 1.990 pesos, como se exhibía en la publicidad.
Ante la negativa del personal de la tienda por cobrárselos a esos precios, porque el costo real es de 3 mil 290, 5 mil 650 y mil 990 pesos de forma respectiva, decidieron no abandonar el establecimiento y pasaron dentro la noche y madrugada.
Fue hasta que personal de la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) llegó al sitio ayer por la mañana, cuando se pactó que la empresa reconocería el error, pero que sólo se vendería una pantalla de 32 pulgadas por familia a 3.290 pesos, lo que finalmente aceptaron los clientes y salieron con su mercancía a partir de las 10:30 horas.
Algunas personas querían llevarse hasta ocho aparatos, pero trabajadores de la Profeco sólo ampararon que se llevaran uno por familia.
“Dentro del establecimiento causaron mínimos destrozos, como quitar cargadores para celular, consumo de alimentos sin pagar, inclusive están constituidos en un delito, allanamiento de morada”, dijo Ernesto Ramírez, quien se identificó como apoderado legal de la persona moral Walmart, grupo al que pertenece Bodega Aurrerá.
Explicó que el Artículo 206 en materia penal establece que se le impondrá una pena a las personas que sin autorización para ello entren a un local abierto al público fuera de horario laboral que corresponda.
“Se van a denunciar ante la autoridad competente, según la orden de México, lo más pronto posible”, advirtió.
El subdelegado de la Profeco, Iván Lara Rendón, comentó que su intervención ocurrió hasta ayer por la mañana debido a que se enteraron de la situación muy tarde la noche del jueves a través de los medios de comunicación, lo que les impidió actuar de inmediato.
Además, no tuvieron denuncia alguna ante su personal por parte de los clientes hasta que se presentaron en la sucursal donde intervinieron en el pacto entre el negocio y los ciudadanos.
“Se logró que se respetara el precio de las pantallas, obviamente lo que cuidamos es que no fuera un abuso por parte de consumidores, conciliamos que fuera una por familia”, declaró.
Añadió que la empresa reconoció su error y lo asumió, dejando a 3.29 pesos las pantallas, es un tema que se resolvió a favor del consumidor; aunque algunos querían llevarse hasta ocho pantallas, no se les permitió.
“Se solucionó de la mejor manera, sin pasar al tumulto, los consumidores estaban conscientes de la situación del precio, la empresa reconoció el error, por lo que se decidió respetar el precio de un producto por cada familia, vigilamos primero que se respetaran los derechos del consumidor y, en segundo lugar, que no se cometieran abusos”, dijo.
El funcionario mencionó que aquí no se tiene algún antecedente de unasituación similar.
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