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Galería de fotos sobre 'toma' de Bodega Aurrerá

El Diario de Juárez

2018-07-13

Muchas personas se dieron cuenta que los precios estaban mal, pero hasta que una de ellas empezó a tomar televisiones fue que el ejemplo cundió y terminaron con los aparatos que estaban a la venta, relataron clientes que pasaron la noche en una tienda del poniente de la ciudad para adquirir una pantalla al precio erróneo de 3.290 pesos.

“A las seis estábamos comprando, nos dimos cuenta desde temprano que el precio estaba mal y nadie la había hecho de emoción, hasta que unos comenzaron a agarrar teles y todos empezaron a tomarlas”, cuenta Noel Escobar mientras carga la caja con su televisión nueva.

Ya para las seis y media de la tarde, continúa, estaba todo en Facebook, ya habían quitado los precios, pero los que traían las pantallas se formaron en las cajas, donde les notificaron que no les cobrarían la mercancía.

“Les dijimos que no nos íbamos a ir hasta que nos cobraran. Se hicieron las siete y cerraron la tienda, también cerraron las cajas para que no vendieran nada, la gente se quedó, algunos se salieron, nos dijeron que no íbamos a poder comprar las cosas porque ya estaban cerradas las cajas”, recuerda.

Soportan espera de 17 horas y falta de agua y alimento

Si se rendían, añade Noel Escobar, se irían con las manos vacías, pero triunfaron porque perseveraron en lo correcto y esta es la recompensa, ahora les tocó ganar.

Se queja de que Profeco estaba a favor de la tienda y que les dijeron a los clientes que no podían hacer nada y tuvieron que llegar a un acuerdo; la tienda les quería dar un 20 por ciento de descuento, a mil 800 pesos una televisión que publicaron a 3.29, lo que al final pagó porque cometieron el error y tuvieron que responder.

Sobre lo que pasó en la noche y madrugada dentro de la tienda afirma que “nos quisieron quebrar” manteniéndolos sin agua ni comida, aunque aclara que no fue contra su voluntad porque todos permanecieron ahí por su propia decisión.

“Nos tuvieron en condiciones deplorables para que nos fuéramos, para que perdiéramos, pero perseveramos y ganamos; por la noche el baño totalmente oscuro, había una mujer embarazada y niños chiquitos, cuando iban al baño teníamos que alumbrarlos, ayudar a las mujeres”, cuenta.

El guardia de seguridad, en lo que cabe, fue humanitario y le dio agua a una mujer en estado de gravidez, se metió en problemas porque sus jefes lo reconvinieron.

Junto con los clientes, algunos trabajadores de la empresa permanecieron en actitud de vigilancia, pero al final todos optaron por acomodarse para dormir en el suelo, sobre cartones a pesar de que los amenazaron con “echarles” a la Policía.

Al final, Noel se llevó su tele “para ver Netflix, voy a jugar X-Box, voy a ver la final (del Mundial de futbol)”.

Brenda Ceniceros Acosta, otra de los clientes que exigió que le cobraran el aparato al precio exhibido, se queja de que al principio no les quisieron respetar el monto, pero al final tuvieron que hacerlo.

“Estábamos aquí desde ayer (el jueves)a las seis de la tarde queriendo comprar unas pantallas, no nos querían respetar los precios de la publicidad que pusieron… no nos quisieron cobrar en toda la noche. No nos estábamos robando nada, lo que traemos lo pagamos”, declara, pero pide que no le tomen fotos.

Óscar Vázquez, otro cliente que aguantó desde las seis de la tarde del jueves hasta las 10 y media de la mañana del viernes, menciona que esperaba que le dieran chance de pagar el precio que anunciaron, pero los trabajadores de la tienda se negaron.

“Decían que era un error, pero somos consumidores y si vas a la tienda y ves un precio que está anunciado en la promoción, eso quieres pagar, entonces yo agarré la televisión”, explica.

Indica que había más errores en los precios, pero al final sólo negociaron venderles las televisiones.

Por ejemplo, una pantalla de 40 pulgadas estaba a 5.650, aunque el precio real es de 5 mil 650.

También una bocina inalámbrica exhibía un valor de 1.990, o sea mil 990 pesos.

“Los trabajadores nos prohibieron agarran alimentos y agua, no podíamos usar los baños, apagaron las luces, hubo maltrato de los empleados aunque estaban dos embarazadas y niños”, recuerda.

Óscar acudió a comprar una tinta, pero vio el precio del televisor y le llamó la atención, lo revisó de nuevo y sí, estaba a 3.290, así que tomó un aparato e intentó pagarlo, aunque sin éxito.

Horas después salió de la tienda sin el producto que fue a adquirir; en cambio obtuvo, con una inversión de 3.29 pesos y 17 horas, una Smart TV de 32 pulgadas para su casa. (Martín Orquiz/El Diario)

redaccion@redaccion.diario.com.mx

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