Luz del Carmen Sosa
El Diario de Juárez
La transición como mujer transgénero le costó a Diana su empleo. A sus 25 años decidió presentarse como lo que ella se siente y no como la persona que refiere la identidad oficial que presentó el pasado mes de junio cuando acudió a solicitar trabajo a la empresa Waldos Dollar Mart de México S. de R.L. de C.V., afirma la entrevistada al salir de las instalaciones de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH).
Acompañada de Nacho Díaz, uno de los principales promotores de los derechos humanos de la comunidad LBGT+, Diana Heredia Torres interpuso el pasado martes una queja formal ante el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (CONAPRED) contra la compañía, después de que uno de los gerentes le ordenó que se vistiera de hombre, al decirle que su aspecto “afectaba la ética y los valores de la empresa, además de que daba mala imagen al negocio”, dijo la demandante.
Horas antes Diana acudió ante la Procuraduría de la Defensa del Trabajo (PDT) donde denunció el despido que consideró injustificado, ya que fue sustentado en su identidad sexogenérica.
“Es la primera vez que asumo mi rol como mujer transgénero, todavía no había tomado la decisión mostrarme como lo que soy por miedo a que me despidieran y ya encontré las primeras repercusiones laborales, pero no porque hoy pasa esto voy a dejar de ser lo que soy”, asegura.
La empresa que tiene sus oficinas centrales en la Ciudad de México, a través de su abogada laboral Gabriela Bravo, aseguró que Waldos es una empresa incluyente y que la preferencia sexual de una persona, no incide ni en su contratación ni su evaluación laboral.
“Nosotros no tenemos una política de inclusión protocolizado, por escrito, porque no hacemos distinción, si se le contrató a la persona, independientemente si fue vestida de mujer o de hombre y hace si trabajo nosotros no tenemos ningún inconveniente, nosotros respetamos creencias religiosas, preferencias sexuales, raza o color, y lo que hagan con su sexualidad evidentemente no nos corresponde a nosotros meternos”, dice la abogada entrevistada vía telefónica.
“Yo sinceramente no sé qué pasó, no todos los temas llegan al corporativo, lo que sí puedo decir es que nosotros no discriminamos a nadie”, agrega.
La abogada dijo que estarían pendientes del desarrollo del caso.
La Procuraduría de la Defensa Laboral citó a la representación legal de la empresa para este miércoles a las 10 de la mañana para la primera audiencia, según el oficio firmado por Gladys Allytet Ortiz Martínez, procuradora en la Zona Norte.
Activistas a favor de los derechos de la comunidad LBGT+ expusieron que la discriminación laboral es recurrente en las diversas empresas en Juárez, solo que es un tema que ha sido invisibilizado por la ausencia de denuncias.
Daniel García, integrante del Colectivo Red Solidaria Trans, dijo que la falta de oportunidades laborales es lo que incide para que las mujeres transgénero se dediquen al trabajo sexual porque tienen necesidades económicas y no encuentran trabajo a pesar de la oferta laboral que existe, pero por su preferencia sexual les cierran las puertas.
“Yo no voy a contagiar a nadie, no porque esté en una caja registradora las personas se van a hacer gays. Tengo, como todas las personas, una necesidad económica y un derecho a laborar”, urge Diana, quien asegura que esta experiencia le permite observar a una parte de la sociedad homofóbica y poco tolerante.
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