Luz del Carmen Sosa
El Diario de Juárez
La avenida Manuel Gómez Morín, que concentra el acceso a exclusivas zonas residenciales, instituciones bancarias, bares, cantinas, casinos y vive un nuevo repunte económico con el desarrollo de nuevas plazas comerciales, ha sido el escenario de múltiples tragedias a causa de los choques y atropellos registrados en los últimos años.
En los fatídicos percances viales intervinieron factores como: el conductor, la vía o el vehículo, aunado a causas como el exceso de velocidad, el alcohol en la sangre, el teléfono celular u otra distracción, revelan los peritajes de la Dirección General de Tránsito Municipal (DGTM).
La corporación, a través de la Dirección de Control de Tráfico, redujo la velocidad límite hasta los 50 kilómetros la velocidad y colocó nuevos señalamientos durante este mismo año para prevenir accidentes, sin embargo, los resultados no son favorables.
Esta semana la sociedad fronteriza se conmocionó al morir una mujer y su hijo en un choque ocasionado por un conductor ebrio, que presuntamente viajaba a más de 100 kilómetros por hora.
La familia, procedente de El Paso, perdió a dos integrantes, mientras el resto eran hospitalizados a causa de las lesiones.
El archivo periodístico establece que al choque ocurrido el 3 de julio en el cruce de Gómez Morín y Camperos, le anteceden otros accidentes de graves consecuencias.
• La madrugada del primero de abril del año en curso el paseño Víctor Adrián Ramos Esquivel, de 24 años, atropelló a cuatro personas en la avenida Manuel Gómez Morín, cuando guiaba un automóvil Hyundai Genesis sin matrículas con un permiso expedido por el estado de Texas, a la altura de la calle De la Arboleda.
El golpe fue con la parte frontal del auto contra dos mujeres y dos hombres –tres estudiantes y un chef– que caminaban sobre la avenida y a quienes proyectó 20 metros, de acuerdo con el peritaje elaborado por personal de la Dirección General de Tránsito Municipal (DGTM).
El guiador enfrenta el proceso penal en libertad.
• El 15 de enero del 2017, 12 personas resultaron heridas cuando las unidades de transporte público en las que viajaban, chocaron por ir jugando carreras.
En mayo, un motociclista murió al chocar contra poste de concreto. Era tal la velocidad que llevaba que salió proyectado de la unidad y prácticamente voló varios metros. La moto quedó sobre el bulevar Gómez Morín con daños totales.
En el 2016 murió en un choque Óscar Gutiérrez Acuña, quien circulaba sobre la avenida Gómez Morín a exceso de velocidad a bordo de una motocicleta Harley Davidson.
El guiador perdió el control a la altura del Starbucks y terminó por subir al camellón y chocar.
Gutiérrez Acuña era hijo de Óscar Gutiérrez Juárez, quien trabaja como secretario particular del entonces alcalde Javier González Mocken.
• Sin duda uno de los accidentes más impactantes en esta rúa ocurrió el 16 de febrero de 2014, cuando Alejandro Rentería Arreola, recién había alcanzado su mayoría de edad y recibió de regalo de cumpleaños un automóvil Nissan 350-Z azul, modelo 2004, con matrículas BGM507 del estado de Texas.
Esa noche Alejandro era acompañado por Jorge Alberto Delgado Fajardo cuando atropelló y mató a Eduardo Onésimo Porras y a Carolina Ortiz.
El guiador manejaba a exceso de velocidad y bajo los influjos del alcohol.
El cuerpo de Eduardo Onésimo Porras quedó a 17 metros del lugar donde se encontraba, sobre unos arbustos, mientras que Carolina Ortiz quedó destrozada a 28 metros sobre Pedro Rosales de León, según dijo la fiscal que lo acusó de homicidio imprudencial.
Los peritos establecieron que la unidad circulaba a 140 kilómetros por hora.
Años después, tanto el conductor como su acompañante fueron asesinados.