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Tapias de la Insurgentes, un peligro para peatones

Iris González
El Diario de Juárez

2018-07-07

En un baño público para indigentes y hasta en un sitio donde se cometen violaciones se han convertido unas tapias de la avenida Insurgentes, ubicadas a la altura de la calle Fernando Montes de Oca.
De acuerdo con vecinos del sector, ese punto es utilizado por los delincuentes para acechar a las jovencitas que esperan el camión, además de que hace aproximadamente un mes se encontró al interior a una persona sin vida. 
Son aproximadamente siete locales los que se ubican entre la calle Fernando Montes de Oca y Efrén Ornelas los que se encuentran convertidos en ruinas.
La situación se agrava durante las noches, ya que la falta de alumbrado público provoca que ni los mismos habitantes del área quieran salir por temor a ser lastimados.
“Da miedo pasar por aquí en la noche porque además de que no hay alumbrado público, se meten las personas ahí a drogarse o esperar a que pase alguna muchachita para violarla, ya ha habido varios casos”, expresó María Talamantes, habitante del área.
Las paredes y techos de las construcciones han ido cayéndose a pedazos poco a poco, mientras que las ventanas y puertas fueron vandalizadas.
En varios de los muros externos se observan leyendas escritas con aerosol en las que se acusa a una persona de violación de niños. 
Mientras que al interior se encuentran decenas de botellas tanto de refresco como de bebidas alcohólicas, algunas de ellas en formas retornables que se utilizaban hace varias décadas.
Computadoras antiguas, libros, sanitarios destruidos, juguetes, ropa y escombro forman parte de la basura que hay dentro de ellos.
Aunado a esto, las tapias son utilizadas por personas que pasan por el lugar para hacer sus necesidades fisiológicas, lo que en verano produce fuerte olores fétidos, según lo mencionan los vecinos.
Es sobre la misma avenida Insurgentes, a contraesquina de las tapias donde se encuentran dos terrenos baldíos, donde habitantes de otras zonas llegan y tiran ahí sus desperdicios, por lo que en el lugar hay llantas, papeles y otros productos de desecho.
Unos metros más hacia el poniente, a la altura de la calle Juan Escutia, la situación se repite y lo que alguna vez fueron negocios, hoy se encuentra en el abandono.
A lo largo de esta vialidad también hay decenas de casas que aunque todavía están ocupadas, el deterioro es muy visible. Un ejemplo son los condominios multifamiliares.
En algunas otras propiedades con formas arquitectónicas antiguas pueden verse vehículos de los años 80, que permanecen ‘yonkeados’ y llenos de basura alrededor de ellos.
Otro ejemplo de ruinas es a la altura de la calle Ignacio Ramírez, donde lo que algún día fue Radiocomunicación, hoy se encuentra convertido solamente en tapias, pues las paredes y techos están cayéndose a pedazos.

igonzalez@redaccion.diario.com.mx 

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