Local

Guardaron cadáver mutilado dos días

Staff
El Diario de Juárez

2018-07-07

Cuando dos hombres querían comer salsa Valentina, el miedo se apoderó de ellos. No querían ir a la habitación donde horas antes habían dejado un cadáver porque sentían miedo, una mano le colgaba.
El cuerpo estaba en un rincón de la habitación, sobre una silla plegable. A la víctima le habían amarrado las manos a los descansabrazos con correas guindas para cortárselas, pero una quedó colgando de un hilo de piel
La víctima fue mutilada con armas blancas y le causaron múltiples lesiones en todo el cuerpo. Dos días después del crimen, el miércoles pasado, cuando el cadáver empezó a desprender un olor fétido José Luis Díaz Montoya y Antonio Díaz Roldán decidieron hacerlo “taquito” para subirlo a un carrito de supermercado y fueron a tirarlo en un baldío de Riberas del Bravo.
Sin embargo, agentes de la Policía Federal (PF) pasaron por el lugar horas después de que habían arrojado el cadáver y ambos fueron detenidos al encontrarse en poder de evidencias relacionadas con el asesinato, así lo expuso una agente del Ministerio Público (MP) en una audiencia judicial.
Ellos están acusados del delito de inhumación clandestina, únicamente. Pues al parecer fueron otras tres o cuatro personas quienes torturaron a la víctima y la mataron; uno de los detenidos presuntamente sólo facilitó su casa para que asesinaran a la víctima a cambio de un gramo de cristal.
Hasta la noche del día en que se cometió el homicidio, José Luis y Antonio decidieron comer pero sin salsa Valentina para evitar ver el cuerpo masacrado.
La mañana del miércoles pasado a uno de ellos le pareció insoportable el tufo proveniente del cadáver y mandó a su amigo a la tienda a comprar un fabuloso y una Coca-Cola.
Mientras tanto se colocó unos guantes, desamarró a la víctima, la puso en la sábana y la cobija y entre ambos lo subieron al carrito que usan para recoger basura reciclable y a plena luz del día caminaron con rumbo a un predio baldío, donde lo abandonaron.
Luego regresaron a la propiedad para limpiar los rastros de sangre del piso y un buró.
José Luis y Antonio subieron el mueble a una camioneta, pero policías federales pasaron por el lugar y los detuvieron para interrogarlos, fue entonces cuando revelaron que habían tirado un cadáver.
Ayer José Luis y Antonio quedaron a disposición de la jueza de Control Rocío González Lara, quien declaró legal la detención, permitió que una agente del MP les formulara cargos legales y escuchó los datos de prueba reunidos hasta el momento.
La audiencia de vinculación o no a proceso de ambos quedó programada para el próximo martes a las 10 de la mañana, a ambos se les impuso prisión preventiva para asegurar su presencia a juicio.

X