Luz del Carmen Sosa/
El Diario de Juárez
A escasos tres minutos de distancia del crucero donde el auto que tripulaba la familia Mercado Estrada fue impactado por el vehículo que conducía Diego Dávila Escobedo, los tres menores heridos se recuperan lentamente de los golpes que sufrieron durante la colisión y permanecen bajo observación médica.
Alrededor de los niños convalecientes se formó un cerco de protección por parte de las familias de ambos padres.
Entre los parientes se dividieron las labores para resolver la cascada de problemas que surgieron tras el accidente.
Unos acompañan a los niños de 6, 9 y 13 años en el hospital, otros reclaman los cuerpos ante la Fiscalía General del Estado o realizan los trámites funerarios y unos más siguen el proceso legal, mientras que también dan acompañamiento al padre y esposo de las víctimas.
La familia Estrada rechazó ayer dar declaraciones en forma oficial y el personal del hospital Poliplaza Médica, donde continúan internados los niños, respetaron la decisión familiar, por lo que restringieron el acceso a medios de comunicación al segundo piso.
En la calle Júpiter de la colonia Satélite, donde radica el probable responsable del accidente, los vecinos aseguran no conocer al guiador, pero sí se dicen impactados por el hecho que conocen a través de las noticias.
“Toda la Gómez Morín es una vialidad peligrosa. Aquí también en la Júpiter y Gómez Morín a cada rato hay accidentes porque la gente no respeta, siembre va a prisa”, dijo un vendedor entrevistado.
Los comerciantes ubicados en Gómez Morín y Camperos aseguraron que ya han ocurrido accidentes tras la construcción del camellón central en la vialidad, que entró en operaciones en agosto del año pasado.
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