Karen Cano/
El Diario de Juárez
Tras haber celebrado la última sesión de Consejo Técnico Escolar (CTE), unos 174 mil estudiantes del sistema básico, cuyas escuelas se rigen bajo el calendario de 185 días, hoy vuelven a clases e inician la cuenta regresiva para iniciar vacaciones de verano el viernes.
En la mayoría de estas escuelas dedicaron la última fase del período en exámenes, graduaciones y trabajos pendientes, básicamente.
Estos alumnos que representan el 60 por ciento del total de nivel básico, son quienes se encuentran tomando clases en escuelas públicas y privadas bajo el calendario “corto” para el actual ciclo escolar.
La Secretaría de Educación Pública (SEP) les dio la oportunidad a las escuelas de escoger entre un calendario de 185 días y uno de 200.
La intención es darles oportunidad a los planteles que, si así lo desean, salgan de vacaciones 15 días antes, compensando este período alargando el tiempo de clases regulares hasta media hora diaria durante todo el ciclo.
Debido a ello, recorrieron su sesión de CTE correspondiente al mes en curso para el viernes 15 de junio, pues culminarán su ciclo escolar de manera oficial el próximo viernes 22 de junio.
Prefieren ciclo ‘corto’
Lo anterior mientras que el resto de las escuelas, donde se encuentran unos 116 mil estudiantes, tendrá la sesión de CTE el próximo viernes 29 de junio, y será hasta el viernes 6 de julio cuando terminen oficialmente su ciclo escolar.
Toda esta información, y más, está contenida en el sitio web de la dependencia federal, https://www.calendario-escolar.com.mx/calendario.
Hasta la semana pasada, la Subsecretaria de Educación y Deporte en la Zona Norte dijo que aún no se sabía cuales escuelas se sumarían a uno u otro calendario para el próximo ciclo escolar 2018-2019.
No obstante, Judith Soto Moreno, titular de dicha dependencia, dijo que cada ciclo son más las escuelas que prefieren comprometerse a terminar ‘antes’.
Según lo han referido maestros que pertenecen a escuelas con este calendario ‘corto’, el beneficio mayor es mantener a los niños y niñas en sus casas, en las primeras dos semanas del verano, sin sufrir las condiciones del clima.