El Diario de Juárez
2018-06-16Ciudad Juárez es una tierra de muchas leyendas urbanas. Algunas han sido relatadas a través de las letras y otras de boca en boca, y hoy El Diario de Juárez te presenta las historias de dos supuestos fantasmas que han asustado a los fronterizos desde hace tiempo.
1.- El fantasma de la Misión
Vecinos del Panteón San José, ubicado en el patio de La Misión del mismo nombre, en las calles Camino Viejo a San José y Francisco Márquez, aseguran que en ese lugar se aparece un indígena. Se trata de una de las primeras historias que han causado revuelo en las noches de esta ciudad.
La Misión de San José, donde supuestamente se aparece el indígena, esconde parte de las raíces de esta ciudad.
Fue fundada en 1682 con el objetivo de refugiar a una población compuesta por españoles, indígenas y mestizos. En ese entonces se encontraba cerca del Camino Real, el principal acceso a la antigua Paso del Norte.
De acuerdo a su historia, fue construida entre los años 1785 y 1786 por orden de José Gálvez, visitador de provincias y uno de los líderes de los franciscanos.
Los apaches poco antes de su construcción solían andar por esos lugares y quizá alguno murió en algún enfrentamiento, aseguran desde entonces. En ese lugar, por cierto, existe un panteón con algunos personajes ilustres de esta frontera.
2.- El fantasma de la vieja Presidencia Municipal
El cronista Ignacio Esparza en su libro Monografía Histórica de Ciudad Juárez, relató la historia de un hombre que padecía de sus facultades mentales y deambulaba en las inmediaciones de La Misión de Guadalupe, el Mercado Cuauhtémoc y la Presidencia Municipal donde pedía caridad a la gente.
Este hombre se asomó un día al depósito de agua, abrió la tapa utilizada para darle mantenimiento y por alguna razón resbaló y murió en el fondo del estanque.
Nadie se dio cuenta. Con el paso del tiempo, los pobladores del sector reportaron a las autoridades que por las llaves del agua, salían pedazos de tela podridos.
Cuando empleados de gobierno realizaron las inspecciones para ver qué ocurría, se percataron que en el fondo había un cadáver en estado de descomposición.
Por supuesto que el Gobierno nunca informó que los ciudadanos tomaban agua contaminada con un cadáver. Inmediatamente lo clausuraron.
Esto sucedió en 1947. El indigente conocido como “El Loco Police”, cuentan que comenzó a aparecerse en el sector del centro histórico. Por las noches también se escuchan sus gritos pidiendo auxilio.
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