El Diario de Juárez
2018-06-06
La política de racionamiento del agua en la ciudad de Chihuahua resultó contraproducente.
De acuerdo con información de la Junta Central de Agua y Saneamiento, es precisamente este método de cargar y vaciar las tuberías lo que ha sometido al sistema de distribución a un desgaste que, con el tiempo, ha causado fugas.
El resultado, indican datos de la misma fuente, es un promedio de disposición de agua por habitante más elevado en Chihuahua que incluso en Ciudad Juárez, donde el servicio se suministra las 24 horas: 300 litros diarios en promedio en aquella capital por 263 litros diarios en esta frontera.
“En Chihuahua ese es uno de los principales problemas: que el sistema se lastima por la forma en que se usa. (El racionamiento) genera que la tubería, como se carga y se vacía, haya fallas con más frecuencias en las conexiones y las válvulas”, dijo Oscar Ibáñez Fernández, presidente del organismo.
Agregó: “Es un problema de operación, ahora estamos viendo cómo cambiamos ese esquema de operación y lo transformamos y usamos nuevas tecnologías”.
El funcionario mencionó que los datos de consumo por habitante en ambas localidades incluyen la extracción y la distribución, o el uso más las fallas en las tuberías.
En Juárez, afirmó, la problemática se genera sobre todo en las colonias ubicadas en la parte alta de la sierra –en el poniente de la ciudad–, donde el agua llega bombeada desde las partes bajas.
En entrevista vía telefónica, Ibáñez explicó que no se puede conocer cuánto del promedio por habitante es consumo y cuánto desperdicio por fugas, y planteó que, en tan sólo 15 minutos en la regadera, se utilizan 200 litros.
El funcionario estatal agregó que el máximo de consumo por habitante planteado por la Comisión Nacional del Agua (Conagua) son 300 litros, pero que hay regiones, como en Sudáfrica, donde la escasez obligó a un racionamiento de sólo 60 litros por persona, mientras que en Estados Unidos hay comunidades con consumos de hasta 600 litros per cápita.
En el estado de Chihuahua, 44 de los 61 acuíferos se encuentran ya “sin disponibilidad”; tres de los cuales entraron esta fase en los últimos seis meses.
También “sin disponibilidad” –o sin poder ser sujetos de mayor explotación– se encuentran los acuíferos que circundan las dos zonas urbanas mencionadas.
La escasez, por tanto, es noticia constantemente: el pasado 30 de abril, ejidatarios del municipio de Buenaventura que reclaman extracción ilegal de agua en el rancho nogalero de la familia LeBarón fueron repelidos con el uso de armas de fuego.
El aumento de las temperaturas, además, provocó desabasto y problemas de presión en 45 colonias de Ciudad Juárez, mientras que, en Chihuahua, el presidente de la Junta Municipal de Agua y Saneamiento, Roberto Lara, llamó a la población a racionar el consumo apagando los aires acondicionados por las noches.
“Eso tiene que ver con el tipo de hábitos de las comunidades”, dijo Ibáñez cuando se le consultó por los niveles óptimos de consumo. “Hay comunidades en Estados Unidos con 600 litros por habitante por día, con casas con jardines y albercas, por eso explicaba que los datos (de consumo) son un promedio por día”.
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