Fernando Aguilar/
El Diario de Juárez
Los problemas que enfrenta la Segunda Ruta Troncal del Transporte Semimasivo son sólo los más recientes de una serie de esfuerzos fallidos para resolver la movilidad pública en la ciudad.
Aunque esta segunda línea fue anunciada para licitarse en septiembre de 2017 y luego pospuesta para marzo pasado, hasta ahora no hay una fecha fijada para iniciar las obras.
Además, el proyecto ejecutivo tampoco está listo, pues deben hacerle correcciones y ajustes.
Hernán Ortiz Quintana, director de Ciudadanos por una Mejor Administración Pública (Cimap), consideró que casi dos décadas de fallos se deben no a una mala planificación, sino a la “ineptitud” de los funcionarios que tienen entre sus responsabilidades ejecutar dichos planes.
Para el activista, el problema es que la falta de transporte público digno no sólo afecta a sus usuarios, sino al resto de los ciudadanos, que ven incrementarse el número de automóviles en circulación con todos los problemas que ello implica.
“Mucha gente no encuentra otra alternativa más que comprarse un auto de basura de Estados Unidos al que no le puede comprar seguro, que no puede legalizar porque no tiene los recursos para mantener un auto. Hay una gran cantidad de autos en la ciudad, más de los que las calles pueden soportar”.
La incapacidad de ofrecer a la ciudad un sistema de transporte semimasivo eficiente data desde 2001, año en que José Reyes Ferriz, en su calidad de ‘alcalde interino’ impulsó una iniciativa que originalmente iba a ser a base de un tren ligero.
En aquel entonces, cuando fueron anuladas las elecciones de presidente municipal y la ciudad fue gobernada por un Concejo Provisional encabezado por este político, este ordenó construir una serie de paraderos.
“En aquel entonces, él llenó de paraderos supuestamente para empezar un plan de transporte que ni había sido planeado correctamente. Primero compraron los camiones, después construyeron los paraderos y después se enteraron del plan. Y todo eso fue dinero tirado”, señaló Ortiz Quintana.
Posteriormente, como establecen archivos periodísticos, en 2002, el alcalde Jesús Alfredo Delgado puso en marcha un proyecto de transporte binacional para movilizar a gente a El Paso, iniciativa que nunca concluyó durante su gestión.
Después, el priista Héctor Murguía Lardizábal, dejó en el olvido el proyecto establecido por Reyes Ferriz, quien ascendió al poder municipal en 2007 sin ser capaz de sacar su propio plan adelante, indica un seguimiento periodístico.
De hecho, en 2009, esa administración municipal adquirió 50 camiones rojos que se usarían en la ruta, hasta entonces incompleta.
El gobernador César Duarte Jázquez tomó el proyecto en 2010 y del mismo modo enfrentó una serie de dificultades incluyendo demolición de paraderos mal hechos y retrasos en las licitaciones.
La primera ruta troncal de ese esfuerzo denominado ViveBús arrancó el 20 de noviembre de 2013. “En la administración estatal pasada se hizo el ViveBús, un proyecto que no se aplicó como se debería”, dijo Ortiz Quintana.
“Estuvo tan mal aplicado que hasta la fecha hay un paradero en el Eje Vial Juan Gabriel que nunca se ha usado. Y por si fuera poco, se empezaron a improvisar paradas fuera de los paraderos”.
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