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El Diario de Juárez
En medio de las escalinatas de la Fiscalía General del Estado (FGE) una familia se abrazó y se consoló mutuamente. Una de las mujeres, toda vestida de negro, se tambaleaba y parecía que se desmayaría en cualquier momento, pero su acompañante adolescente la sostenía y la ayudaba a caminar lentamente.
La mujer parecía arrastrar plomo en los pies, apenas podía dar pasos pequeños, era el dolor lo que casi la paralizaba. Esta escena se observó desde la sala de espera, donde unas 30 víctimas del delito esperaban su turno para interponer la denuncia ante el Ministerio Público.
“Así han llegado una por una las familias a identificar a sus muertitos y reclamarlos”, dice el empleado de una empresa funeraria que da cuenta del peregrinar de las familias que el lunes perdieron a un ser querido en otra racha violenta que padece la frontera.
Mientras la familia abandona el edificio de grandes ventanales, se observa otra peculiar escena. Agentes ministeriales acuden en grupos de dos o tres elementos a comprar refrescos o frituras a la tienda de conveniencia frente al edificio estatal. Hay temor de más atentados contra el personal los mantiene en alerta roja.
Así, entre la incertidumbre de nuevos atentados por parte de la delincuencia organizada, el pasado lunes la ciudad registró nueve asesinatos que, según las primeras investigaciones, están relacionados con la comercialización de drogas al menudeo, dijo en conferencia de prensa el fiscal en la Zona Norte, Jorge Arnaldo Nava López.
El abogado, sin precisar una fecha exacta, anunció el regreso del personal castrense para la sobrevigilancia de la ciudad como medida para contener este aumento de hechos delicitivos.
“Sí, los militares van a regresar bajo este esquema de las Fuerzas de Reacción Inmediata Mixtas (FRIM), como se estaba haciendo anteriormente”, precisó.
Con voz ronca, el abogado respondió por más de 40 minutos a los cuestionamientos de los reporteros en torno al aumento de los hechos violentos en la ciudad y que ahora obligan a la FGE a solicitar la presencia del personal castrense para el patrullaje preventivo.
“No estamos sobrepasados (por la violencia), únicamente que desde hace mucho tiempo hemos estado solicitando este apoyo para contener (la violencia) de manera inmediata. Fue de gran ayuda los 500 elementos de Policía Federal que se sumaron a esta estrategia que se tenía hacia algunos puntos específicos de la ciudad y todos saben hay un déficit de personal en las corporaciones y el apoyo es bienvenido”, aseguró.
“Este apoyo es bienvenido para poder focalizar los esfuerzos en los puntos que tenemos detectados de alta incidencia y de esta manera las autoridades de investigación y de inteligencia puedan obtener datos más rápido, para desarticular el fenómeno delictivo que se está registrando en la ciudad”, agregó el fiscal.
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