Iris González/
El Diario
Lo que alguna vez fue una de las zonas con actividad turística más importantes de Ciudad Juárez por su vida nocturna, hoy asemeja una zona de “guerra” con comercios cerrados y cayéndose a pedazos a lo largo de la avenida Abraham Lincoln.
Los edificios de lo que hace unos 10 años eran de los antros más populares en ambos lados de la frontera aún pueden observarse, aunque las fachadas están despintadas, los vidrios rotos, las paredes desmoronándose y las entradas cubiertas con tablas de madera.
A pesar de que se trata de una de las entradas a Ciudad Juárez, utilizada por miles de visitantes que diariamente usan el Puente de las Américas, la vista que se ofrece es de abandono, pues los negocios y centros nocturnos que antes daban señales de una economía creciente, desaparecieron.
Por su ubicación geográfica, era un punto estratégico entre los empresarios para abrir locales nuevos y aprovechar la derrama económica que dejaban los visitantes de Estados Unidos.
Sin embargo, los años de la violencia desaparecieron casi todos los negocios y hoy los pocos que sobreviven son consultorios dentales, centros cambiarios, alguna que otra cafetería, un gimnasio y un hotel.
De las decenas de antros que había en el Pronaf, hoy únicamente sobresale la Cantina San Martín y el restaurante La Choperia.
A un lado del edificio de la Procuraduría General de la República (PGR), en el cruce con la avenida Hermanos Escobar, sobresale la discoteca conocida como Sfinge, famosa por sus pirámides egipcias.
Ahora sólo quedan pálidos reflejos de ella, con un techo que está cayéndose.
Bares como el Ibiza Aura, La Serata, Kaos, Pulso, Albatros, Quinto Elemento, El Patrón, Don Quintín, La Mulata, News y María Chuchena se mantienen cerrados desde hace varios años y al exterior muestran letreros de venta o renta.
Lo mismo pasa con restaurantes como Chaplis y Rhinos, además de la licorería Maya que también desparecieron con la violencia y hoy sus paredes están desmoronándose y llenas de graffiti.
De acuerdo a los sobrevivientes económicos de esta vialidad, la legendaria vida nocturna esta vialidad quedó en el pasado y los únicos que vagan por la noche son los policías a bordo de sus patrullas, quienes más que brindar seguridad con sus operativos, sólo despiertan suspicacias.
Por parte de dependencias como la Oficina de Gobernación en Ciudad Juárez se ha exhortado a los propietarios de nuevos negocios nocturnos a que se muden de nuevo a esta vialidad, pues insisten en irse a avenidas como la Manuel Gómez Morín, popular por sus antros y cantinas.
Durante la administración del presidente de la República Adolfo López Mateos –1958 y 1964–, dentro del Programa Nacional Fronterizo, se impulsó la creación de infraestructura y fuentes de trabajo en las ciudades fronterizas de la República Mexicana.
El área escogida en Ciudad Juárez se ubicó dentro de las avenidas Lincoln, de las Américas, Paseo Triunfo de la República y el circuito envolvente Reyes Estrada.
La gran inversión destinada a esta zona permitió en los años setenta que se convirtiera en el sector mejor equipado de la ciudad con hoteles de cinco estrellas, discotecas, bares, centros comerciales, restaurantes, clínicas, consultorios médicos particulares y la Plaza de Toros.
Sin embargo con el paso de los años los negocios se mudaron y el corredor Manuel Gómez Morín y el área del Consulado Americano son hoy las zonas favoritas para la ubicación de este tipo de negocios.
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