Karen Cano/
El Diario
Con la galería de autorretratos titulada ‘Frente al Espejo’, la cual fue realizada por niños y niñas de la comunidad, ayer la Biblioteca Comunitaria ‘Hoja de Ruta’ cerró sus puertas y comenzó la búsqueda de un nuevo espacio en el cual seguir con su misión.
“Agradecemos el apoyo todo este tiempo de la propietaria, Albertina López Sánchez, quien nos prestó el inmueble para el proyecto”, dijo Héctor Sánchez, miembro del colectivo Hoja de Ruta.
Este surgió en el 2010 como resultado del encuentro de Escritores por Juárez, el cual era una respuesta de la comunidad artística ante la necesidad de rescatar los espacios públicos, en medio de la “guerra contra el narcotráfico” en la administración federal pasada.
Entonces, participantes de la actividad decidieron unirse para fomentar la lectura en espacios públicos, de manera independiente.
Se abocaron a la elaboración de cuadernillos que luego distribuyeron de manera gratuita entre los usuarios del transporte público, para leer en voz alta junto con ellos.
Esta actividad la estuvieron realizando cada 15 días, durante los últimos 8 años. A la par, fundaron la biblioteca, en donde se conservaron los cuadernillos utilizados para las lecturas a bordo de las unidades de transporte, y se realizaron otras actividades en vías de promover el hábito de la lectura.
Ayer la galería contó con música en vivo, ambigú y un reconocimiento especial a Edgar Rincón Luna y Verónica Martínez, a quienes el colectivo y la comunidad les agradeció por sus acciones en este espacio.
“Ellos han sido una inspiración para todos, con su entrega y servicio a favor de la comunidad”, dijo.
La Biblioteca Comunitaria Hoja de Ruta contaba con un acervo de 5 mil libros, y entre sus especialidades había un apartado especial en literatura infantil. Contaba con al menos 100 visitas mensuales, aunque sólo operaba los fines de semana, con apoyo de tres voluntarios.
Además, fungió como centro de operaciones y espacio para múltiples actividades literarias, de acción creativa y, principalmente, fomento a la lectura.
Esto mientras que en el 2016 fueron beneficiados con el estímulo del Programa de Apoyo a las Culturas Municipales y Comunitarias (Pacmic) por el proyecto Letras Ambulantes, cuyos resultados se reflejan en los autorretratos ayer expuestos.
El inmueble está ubicado en la calle Manuel Anguiano 2818, esquina con Carlos Dickens. Por lo que ahora buscarán la forma de continuarlo en algún lugar cercano.
“Estamos buscando la gestión de algún espacio a la cercanía de la biblioteca, para continuar con el proyecto de reconstrucción de tejido social del área y con el trabajo que hemos hecho ya con los participantes que en su mayoría son infantes y jóvenes”, dijo Sánchez.
De momento, invitan a seguir al pendiente de todo a través de sus redes sociales.
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