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El Diario de Juárez
El asesinato de una comerciante, ocurrido en junio del 2017, se debió al control de la venta de cristal en el mercado de segundas ubicado en la colonia Manuel Valdés.
Así lo señalaron varios miembros de la pandilla “Los Aztecas” al rendir declaración sobre una serie de homicidios, entre estos el de la comerciante, Blanca Nieves Luna Zúñiga.
En la audiencia de vinculación o no a proceso instruida a uno de los sospechosos de homicidio de la comerciante, Luis Humberto Delgado Mares, apodado “El Feto”, el agente del Ministerio Público (MP) a cargo de la investigación, informó a un Tribunal de Control que dos testigos protegidos declararon que un mando de esa pandilla ordenó el homicidio de la mujer, porque presuntamente la víctima permitía que “contras de ellos” comercializaran cristal en ese tianguis.
Luna Zúñiga fue asesinada el 30 de junio del 2017 cuando se encontraba en un puesto de ese mercado, en las calles Pera y Francisco Villa de la colonia Manuel Valdés.
La víctima sufrió lesiones en la cara y el tórax. El médico legista que practicó la necrocirugía, recuperó un proyectil alojado en el cuerpo. En la escena del crimen se hallaron cinco evidencias, dos casquillos calibre 9 milímetros, dos calibre .40 y un retazo de tela con manchas de sangre.
El fiscal explicó que días después del homicidio de Zúñiga, la coordinadora de la Unidad de Detenidos le informó a la Unidad de Delitos Contra la Vida que en los separos de la Fiscalía Estatal se encontraba detenido por delitos contra la salud, Joel Adrián Soto Cano, quien decía pertenecer a “Los Aztecas” y dedicarse al “sicariato”.
Un ministerial acudió a entrevistarlo, y presuntamente Soto afirmó que “El Feto” le disparó a la comerciante en la cabeza y al ver que éste disparaba, él también accionó el arma que llevaba.
Señaló que sobre esos hechos tenían conocimiento dos menores de edad, quienes fueron ubicados y ahora tienen la figura de testigos protegidos.
La testigo 2 declaró el 28 de julio del 2017 ante el MP que tres meses atrás había dejado la casa de su abuela y por una amiga conoció a “El Gordo”, quien le dijo que era narcotraficante y ella le preguntó si podía entrar al negocio y fue aceptada, por lo que la llevaron a una casa, llamada por ellos “la oficina”, ubicada en la calle Delicias 440 4-A en el fraccionamiento Villa Colonial, donde tenían varias armas de fuego enterradas en el patio.
La menor también expuso que previo al crimen de Luna la mandaron a vigilarla en el tianguis; narró que el 30 de junio vio a sus amigos tomar unas armas de fuego y uno de ellos le dijo que iban a hacer una “limpia” a matar a 10 personas, entre ellos a la comerciante.
El fiscal señaló que se obtuvo una orden de cateo para inspeccionar la propiedad de la calle Delicias y ahí localizaron, enterrados en el patio, dos fusiles de asalto y dos armas cortas, una de estas 9 milímetros con matrículas FXS2358 que al ser comparada con el proyectil recuperado en el cadáver de la comerciante, resultó que tiene coincidencia, es decir, esa bala fue detonada por esa pistola.
bcarmona@redaccion.diario.com.mx
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