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Les echan hasta corcholatas en vez de monedas

Fernando Aguilar/
El Diario de Juárez

2018-04-24

Corcholatas, fichas que alimentan máquinas de autolavado, basura y monedas antiguas sin valor son objetos que algunas personas suelen depositar en las alcancías que reciben los donativos de la colecta de la Cruz Roja.
Mario Carmona, director de esta institución en Ciudad Juárez, señaló que el equipo que se encarga de contabilizar lo que se junta en el boteo, suele hallar en ocasiones piezas que la gente deposita ahí deliberadamente.
“Es muy común que echen fichas y de repente dos que tres monedas antiguas; también a veces monedas medio raras, que no tienen valor”, explicó.
Fuera de estos incidentes, el proceso de la colecta anual este año se ha desarrollado sin ningún contratiempo, dijo.
De hecho, esta es la última semana que la ciudadanía tiene para solidarizarse con la Cruz Roja por medio de su donación en las calles, pues el ejercicio concluye el próximo lunes 30 de abril.
De acuerdo con Carmona, hasta el domingo 22 de abril la institución había recabado tan sólo 848 mil pesos, lo que representa apenas el 42.4 por ciento de la meta de 2 millones de pesos que pretendía alcanzar en los dos meses de duración.
El director de la Cruz Roja informó que esta semana sostendrán reuniones con líderes empresariales para ver la posibilidad de que los negocios se sumen a la causa.
“Hemos estado acercándonos todavía con el Consejo Coordinador Empresarial. Están motivados; lo van a ver con sus socios, cámaras, asociaciones, para ver cómo nos pueden apoyar. Seguimos buscando las citas para hablar con los presidentes de las cámaras y que nos apoyen”, comentó el director de esta institución en Ciudad Juárez.
Carmona aclaró que si bien el próximo 30 de abril concluye la recaudación a través del ‘boteo’, la institución recibirá después donativos permanentes de todos los sectores de la sociedad civil.
El monto final de lo recabado será dado a conocer hasta la primera semana de mayo, dijo.
El procedimiento de colecta a través del ‘boteo’ comienza cuando la Cruz Roja le asigna un determinado número de alcancías a un coordinador responsable que debe firmar de recibido.
Tras ese paso, lo que sigue es que la organización recibe los contenedores una vez concluidas las horas de actividad y se asegura de que los elementos de seguridad como remaches, corbatas y tapas se encuentren en perfecto estado.
Si los cepos están en buen estado, la siguiente fase es abrirlos para clasificar los billetes y las monedas según su denominación.
“Se llena un formato que se llama Acta de Apertura de Alcancía y lo firma el coordinador, dos testigos y el director de la Cruz Roja”, comentó Carmona. (Fernando Aguilar/El Diario)

faguilar@redaccion.diario.com.mx

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