Abril Salgado/
El Diario de Juárez
Un grupo de juarenses, pertenecientes a la industria maquiladora, viajó a Oaxaca para construir casas en la ciudad de Tehuantepec, con el fin de ayudar a familias que perdieron su patrimonio luego de los sismos de septiembre pasado.
Serán 260 casas de Oaxaca, Chiapas y Puebla las que se reconstruyan con apoyo de un programa donde participan Fondo Unido Chihuahua, con parte del recurso económico, y Hábitat para la Humanidad con soporte técnico.
Desde las 5 de la mañana, los voluntarios fronterizos que se hospedan en el pueblo Unión Hidalgo se levantan para desayunar y prepararse para un viaje de dos horas y media en carretera hacia Tehuantepec, lugar donde no pueden trasnochar debido al problema de infraestructura. Ahí trabajan desde las 8 de la mañana hasta las 3 de la tarde, por la intensidad del calor.
“Empezamos la jornada con una reflexión de qué es lo que nos había levantado a cada uno y la conclusión es que nos mueve la solidaridad y el ejemplo que estas familias nos están poniendo porque son sobrevivientes, a pesar de que lo perdieron todo están de pie, trabajando y dándole para adelante” mencionó Patricia Cabrera, representante de la empresa Aptiv y parte de los voluntarios.
Expuso que la situación es complicada debido al calor intenso de la región, sin embargo, desde el lunes 23 y hasta el domingo 29 de abril preparan mezcla para bloques, ayudan en el vaciado de las columnas, en cargar bloques y colar arena, todo bajo supervisión de especialistas.
Cabrera explicó que Hilda Villalobos, directora de Fondo Unido Chihuahua, tras el sismo contactó a integrantes de Hábitat para preguntar cómo apoyar y se hizo un sondeo.
“Fue una experiencia muy dramática porque vimos tanta destrucción que de verdad quedamos muy impresionados y fue cuando Hilda decidió que teníamos que apoyar. Había poquito dinero, pero en cuanto regresó a Juárez hizo una convocatoria con todas las empresas y consiguió lo suficiente para 260 casas”, narró.
Dos sismos sucedidos el pasado 7 de septiembre, de 8.2 con epicentro en el Istmo de Tehuantepec, y el martes 19 de septiembre, con epicentro en la frontera de Morelos y Puebla, dejaron desolación, destrucción y desamparo en diversas regiones de Oaxaca. Alrededor de 80 personas fallecieron.
La Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu) levantó un primer censo de viviendas que arrojó 63 mil 335 con alguna afectación, de las cuales, 25 mil 626 casas tienen daño total y 37 mil 751 daño parcial.
“Ayer nos dijeron de Hábitat que sentían un rayo de esperanza cuando saben que gente que viene de tan lejos dejó todo lo que tenía que hacer para estar aquí ayudando y ese es el sentimiento que tenemos todos”, expresó Cabrera.
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