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'En 29 manifestaciones no nos han escuchado'

Karen Cano/
El Diario

2018-04-17

Eran las primeras horas del sol y miles de maestros cambiaron el rumbo habitual hacia sus lugares de trabajo para ir a concentrarse en las oficinas de Gobierno del Estado, exigiendo el pago de prestaciones y salarios devengados que se les adeudan, en algunos casos, desde hace un año.
“No es por capricho, es porque ya lo hemos buscado muchas veces, 29 veces, y no nos han escuchado”, dijo la líder local del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) Sección 42, Érica Bolaños, frente a los 3 mil maestros que se congregaron en el sitio.
Lo anterior refiriéndose a actos públicos de manifestación en los que, indicaron, han privilegiado el diálogo y evitado el faltar al derecho de educación que tienen sus estudiantes.
Esto fue diferente ayer, pues autoridades educativas del Estado indicaron que sólo en esta ciudad al menos 90 mil estudiantes de preescolar, primaria, secundaria y preparatoria se quedaron sin clase.
Ahí mismo, en el exterior de la puerta principal de la Unidad Administrativa José María Morelos y Pavón, colocaron un templete desde el que lanzaban consignas en exigencia de respeto a sus derechos, y en el que incluso se presentaron algunas madres de familia, declarando su apoyo para los trabajadores.
A diferencia de la vez pasada, cuando marcharon en caravana desde la Plaza de la Mexicanidad hacia el edificio gubernamental, en donde incluso se presentó una rebatinga al impedir el paso de funcionarios y personas a Recaudación de Rentas, esta vez no hubo confrontaciones.
La avenida Lincoln fue cerrada por elementos de vialidad desde su cruce con la avenida Hermanos Escobar y hasta su desfogue, en sentido de sur a norte. Así permaneció toda la jornada.
Algunos elementos de la Policía municipal también hicieron acto de presencia y estuvieron vigilando.
Una vez emitidos algunos señalamientos, los manifestantes se dividieron en grupos que se colocaron estratégicamente en los puntos de acceso al complejo.
Nadie entró al edifico, los burócratas que trabajan ahí tuvieron que acceder por vías alternas al punto, sin embargo fueron impedidos para entrar a su área laboral.
Algunos ciudadanos que requerían de hacer trámites también fueron llegando y retirándose al ver la situación.
“Venía a hacer un pago en Recaudación, no sabía que iban a estar manifestándose”, dijo César, quien llegó y cuestionaba entre los presentes si mañana iban a estar libres las oficinas.
“No nos vamos a mover de aquí hasta que haya un acuerdo por escrito, algo que nos asegure que cumplirán”, dijo Javier Villalobos, uno de los líderes sindicales.
Poco antes del mediodía, los profesores se dispersaron en busca de comida, mientras que otros permanecieron dentro de tiendas de campaña o bajo sombrillas que los protegían del viento y el sol.
Algunos incluso descansaban sobre colchonetas, debajo de mesas y sillas que ellos mismos llevaron. La determinación les indicaba que estarían esperando muchas horas antes de una respuesta.
En los negocios aledaños, maestras y maestros entraban y salían en busca de servicios sanitarios y de comida, no obstante, algunos llevaban también discos para cocinar, hieleras y hasta se colocaron baños portátiles en la calle.
De repente, un grupo de madres de familia subió al templete para rendir su apoyo a los maestros, aunque ninguna quiso dar declaraciones a la prensa.
“A mí me han estado llamando las mamás de mis alumnos, preguntando si necesitamos algo, si ya comimos. Ellas nos han dicho que esta lucha es justa y que están de acuerdo con nosotros”, relató Sofía Nereida, otra agremiada del SNTE que funge como directora de una escuela para estudiantes con discapacidad.
Cerca de las 2 de la tarde, la inquietud entre los maestros ya apremiaba. Hasta el cierre de esta edición, la espera continuaba. (Karen Cano)

kcano@redaccion.diario.com.mx

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