Blanca Carmona/
El Diario
Un Tribunal de Enjuiciamiento unitario dictó fallo absolutorio a un hombre acusado de haber asesinado a dos personas y de inhumar sus cadáveres de forma clandestina, luego de determinar que el Ministerio Público (MP) incurrió en violaciones al debido proceso y por ello las pruebas recabadas son ilícitas.
Después de recibir las pruebas del MP y de la defensa, la jueza María Isela Vázquez Granados dictó una sentencia absolutoria a César Contreras Orozco.
La juzgadora señaló que la declaración de Contreras que le presentaron a través de un video no cumple con las formalidades de ley puesto que el MP fue omiso en informarle al ahora exonerado qué investigación se seguía en su contra y los antecedentes que arrojaba la indagatoria hasta ese momento.
Contreras fue detenido inicialmente por el ilícito de narcomenudeo y, de acuerdo con el MP, de forma voluntaria decidió dar una entrevista a un agente ministerial para reconocer que había cometido la doble ejecución y con base a ello otro policía investigador le pidió que lo llevara al lugar donde estaban enterradas las víctimas.
Vázquez Granados señaló que si Contreras quería declarar debió haber sido puesto a disposición de un agente del MP y fue enfática en referir que no podía ser usado como sujeto de la investigación, por lo que fue ilegal que un ministerial le pidiera que señalara la brecha donde fueron inhumadas las víctimas.
La esposa de Contreras, quien fue detenida junto con él por el delito de narcomenudeo y rindió declaración ante el MP, dijo a la jueza que nunca se les informó por qué habían sido arrestados y desconocía el contenido de la versión que firmó ante la representación social. Incluso dijo que fue torturada para que él se autoincriminara.
Contreras resultó positivo al Protocolo de Estambul. Expuso que unos agentes ministeriales lo golpearon, le pusieron una bolsa en la cabeza para simular que lo iban a asfixiar, además de advertirle que iban a matar a toda su familia si no admitía haber cometido la doble ejecución.
El psicólogo que practicó el Protocolo concluyó que se ejerció una tortura moderada contra Contreras y el médico que sí hay indicios de tortura, por lo que el estudio resultó positivo.
En la acusación formulada por el MP en contra de Contreras Orozco se señala que en los primeros días de enero de 2016 él, en compañía de otros dos hombres aún sin identificar, en una brecha ubicada entre el rancho La Aguja y el rancho Banderas a 47 kilómetros del poblado El Porvenir en el Valle de Juárez, dispararon en contra de las víctimas Rodolfo Aguilera y Luis Miguel de la Paz Rivas.
Los cuerpos fueron enterrados de forma clandestina en una fosa cavada en ese sitio.
El fallo absolutorio fue emitido la tarde del martes pasado.
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