Fernando Aguilar/
El Diario de Juárez
Humberto llegó al monte hecho pedazos. Tras caminar sobre las piedras, llevaba los pies heridos, sangrantes. Manchado por el polvo que su marcha levantaba, su rostro ensuciado sudaba profusamente.
Después de soportar casi 70 kilos, su espalda la sentía entumecida y su hombro derecho no podía más.
“Eso es lo de siempre”, dijo visiblemente fatigado en el cerro, después de haber experimentado su propia versión del Viacrucis que, señala la enseñanza cristiana, sufrió Jesucristo durante el episodio conocido como su Pasión, muerte y resurrección.
En la representación que cada año hace la parroquia de Santa María de la Montaña en el Viernes Santo, Humberto Vázquez Bejarano personificó ayer a la figura central de esta historia y su entrega cimbró los sentimientos de muchos fieles católicos.
La escenificación bíblica de los voluntarios de esta parroquia conmovió tanto a los feligreses que incluso a varios como Angélica Álvarez, una mujer originaria de El Paso que sólo cruzó la frontera para contemplarla, les arrancaron el llanto.
Como si no importara nada más que poder acercarse a Jesús, ella se abrió paso entre la multitud y sumida en las lágrimas lo abordó con el mismo sentimiento que si hubiera formado parte del ejercicio religioso mientras vigilantes le pedían que se alejara.
“Decían que me apartara de él, pero nunca me apartaré de él”, confesó después como si hablara del auténtico Jesucristo. “Donde quiera que yo ande: en México, en Austin, en Los Angeles, en cada caminar”.
El Viacrucis de la parroquia de Santa María inició a las 10 de la mañana a los pies de este templo católico situado en el surponiente de la ciudad.
Una concentración de personas comenzó a llegar en los minutos previos y hubo quienes arribaron incluso horas antes para ver en qué podían ayudar.
Tras hacer una oración colectiva, los participantes estaban listos para salir a la escena y recorrer los tres kilómetros que les esperaban hasta su destino.
Con Jesucristo en la mente, Humberto fue sometido en la primera de las 14 estaciones narradas a través de las bocinas en la voz de Marisela Lombardo, coordinadora de la actividad.
Los fieles seguían los pasos del protagonista de esta historia, que avanzaba apesadumbrado con el peso de más de 70 kilos en el hombro derecho rumbo a su penosa muerte en el monte.
Como una marea, las personas tomaban las estrechas calles de las colonias del surponiente superando árboles, automóviles estacionados, barrancos y rocas empotradas en la tierra con tal de no perderlo de vista.
Humberto arribó casi sin aliento a su destino, frente a miles de personas que atestiguaban cómo subía hacia la cruz que lo esperaba.
Efrén Matamoros Barraza, director general de Protección Civil del Municipio, reportó que a la escenificación acudieron más de 4 mil personas.
De acuerdo con el funcionario, la jornada se llevó a cabo sin ningún incidente y, a diferencia de años pasados, el clima favoreció su desarrollo.
“Hacerlo (personificar a Jesús en el Viacrucis) un año más me llena de satisfacción, para que en los hogares las familias lleven esa paz no solamente hoy, sino siempre”, dijo Humberto tras concluir su papel.
faguilar@redaccion.diario.com.mx
Numeralia
30
años
de Humberto
Vázquez Bejarano,
quien personificó a Jesús
70
kilos de peso
de la cruz
que cargó
3
kilómetros
de recorrido
14
estaciones
4 mil
asistentes, según
Protección Civil