Karen Cano/
El Diario de Juárez
Rellenos de harina o de confeti, decorados tras su larga recolección, los tradicionales huevos de pascua ya se ofertan en las calles.
“Los de harina me los piden los más grandes, para desquitarse”, dijo sonriendo uno de los vendedores del Centro Histórico de la Ciudad.
El próximo domingo 1 de abril se conmemorará la Pascua, que para la Iglesia Católica representa la resurrección de Jesucristo al tercer día después de haber sido crucificado.
Aunque ese día se hacen actos oficiales en los templos católicos, la tradición es que las familias salgan de día de campo, y a los niños los consienten con golosinas y huevos que después pueden romper sobre las cabezas de otros niños, a manera de broma.
Estos artículos se pueden conseguir en carteras de 30, con precios que oscilan alrededor de los 40 pesos. Pero también son obsequiados a los niños, en canastas que incluyen dulces y peluches de conejos y que pueden costar hasta más de 100 pesos, según el tamaño.
Vendedores en los cruceros indicaron que durante todo el año van juntando los cascarones de huevo, procurando que queden en el mejor estado posible, para después prepararlos y venderlos esta temporada.
Según información en la red, la costumbre de los huevos se remonta a los antiguos egipcios, quienes solían regalarlos decorados con pinturas hechas a base de plantas.
Además, se le atribuye su distribución a “La Coneja de Pascua”, y se cree que esto es por el gran valor simbólico que tiene este animal en cuanto a su capacidad de reproducción, en una temporada de fiestas dedicadas a la fertilidad de la tierra tras el invierno.
Por su parte, la Diócesis de Ciudad Juárez explica que en la época en que Jesús resucitó, los primeros cristianos recordaron lo que ese pueblo acostumbraba y pensaron en pintar los huevos que iban a obsequiarles a sus semejantes en Pascua, lo que hacían como símbolo de alegría al festejar la resurrección de su salvador.