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A proceso por asesinato de empresario

Staff/
El Diario de Juárez

2018-03-13

Los dos hombres acusados de haber participado en el asesinato del empresario perteneciente a la Cámara Nacional de Comercio (Canaco), fueron vinculados ayer a proceso penal por los delitos de robo agravado en grado de tentativa y homicidio.
Este último ilícito se consideró como emergente, es decir, los delincuentes planearon ir a robar pero incurrieron en otro ilícito y todos deben responder por ello, señaló el juez Ramón Porras Córdova, aunque la defensa argumentó que sus representados, Edwin Enrique Grajeda García y Juan Gerardo de la O. Echevarría, no accionaron el arma de fuego contra la víctima y nunca acordaron causarle daño a alguna persona, sólo iban por el dinero de la nómina, unos 35 mil pesos.
El sábado 3 de marzo aproximadamente a las 11:10 horas cinco hombres que se cubrían el rostro y vestían ropa de color negro ingresaron al establecimiento denominado “Pinta Todo” ubicado en la calle Olmecas número 6145 cruce con Nahoas de la colonia Azteca, portando armas de fuego para amagar a los empleados y con intención de robar.
Pero el dueño del negocio, Rubén Hernández Tanner, de 54 años de edad, opuso resistencia y le dieron un balazo en el tórax, lo que le provocó asfixia por obstrucción de vía aérea, es decir, el sangrado causado por la lesión le impidió el paso del aire y minutos después murió en las instalaciones de la Cruz Roja del Eje Vial Juan Gabriel.
Ayer el juez dijo que el delito se acreditó con las declaraciones de los empleados que sufrieron en su persona el atraco y no hay datos de que hubieran aportado información falsa.
Así como la propia declaración de Edwin Enrique rendida ante el Ministerio Público (MP) y en la que señaló que el 3 de marzo estaba en la casa de su abuelo y llegaron por él Carlos Arenas Agüero, apodado “El Charly”, Jaime Martínez Ayala alias “El Verbo” y otro hombre a quien no conocía.
Por lo que se dirigieron al negocio “Pinta Todo” para cometer el “jale” que les había puesto Juan Gerardo de la O. Echevarría, quien laboraba en ese negocio como auxiliar contable. Además precisó que él aceptó ir a robar por necesidad, para irse a vivir con su novia porque ella está embarazada.
“Primero se bajó Carlos y detrás de él “El Verbo” y yo. Cuando yo entro me dirijo a las secretarias que están frente a mí y el otro chavo, “El Verbo”, se mete a las oficinas y yo hinco a una secretaria para que no mire y en eso se escuchan las detonaciones y allí fue donde yo tomé una bolsa y salí corriendo. De allí nos subimos al carro y salimos y yo me les bajé en la calle Iztaccíhuatl para agarrar el camión a mi casa por el miedo que llevaba y para perderles el rastro y no salí de mi casa hasta el día de ayer que me detuvieron”, declaró Edwin Enrique Grajeda.
Juan Gerardo de la O. también declaró. Inicialmente tenía la figura de testigo protegido pero después el MP determinó que era uno de los implicados. Parte de lo que dijo fue que en el bar “El Buchacas”, ubicado en el bulevar Óscar Flores, conoció a “El Charly” y a “El Verbo”, quienes le exigieron información sobre el manejo de la nómina en la empresa para la que trabajaba.

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