Blanca Carmona/
El Diario de Juárez
Más de dos mil documentos y cinco testigos han sido presentados al Tribunal de Enjuiciamiento que lleva el juicio oral en contra del empresario Sergio Ricardo Bermúdez Espinoza, acusado de administración fraudulenta.
Ayer compareció un contador que participó en las auditorías a la empresa afectada por las presuntas disposiciones incorrectas de dinero por parte de Bermúdez.
En la acusación formulada por el Ministerio Público (MP) adscrito a la Fiscalía estatal en contra de Bermúdez Espinoza se señala que él, en su carácter de gerente general y presidente del Consejo de Administración de Desarrollos Salo S.A. de C.V., y a pesar de la obligación que tenía de salvaguardar la empresa familiar, realizó operaciones para beneficiarse él y terceras personas hasta por 8 millones 426 mil 539 pesos del primero de enero de 2009 al 30 de junio de 2012.
El 2 de julio de 2012 el consejo de accionistas de Desarrollos Salo, integrado por las hermanas de Sergio Ricardo –Ana Margarita, Dora Olivia y Lucía Isabel Bermúdez, quienes juntas tenían el 60 por ciento de las acciones–, determinó removerlo de la presidencia y en su lugar fue nombrado Gerardo Adolfo Benavente Bermúdez, sobrino del ahora enjuiciado.
En el 2013 las accionistas le dieron facultades a Benavente para que interpusiera la querella por el desfalco e inicialmente las auditorías practicadas revelaron un faltante de 19 millones 316 mil pesos, pero posteriormente Sergio Ricardo regresó dinero y el presunto fraude disminuyó a 11 millones 365 mil pesos. Después se recuperaron otro dos millones 939 mil pesos.
Ayer declaró el contador Carlos Zapién Baltazar, quien dijo que él fue uno de los auxiliares que ayudó a realizar una auditoría a las cuentas de Desarrollos Salo correspondientes al período 2006-2012 y por ello revisó los estados de cuenta, la documentación que respaldaba los movimientos registrados y recabó informes o documentación.
Además indicó haber hallado la simulación de salida de dinero a través de otras empresas que eran propiedad de Sergio Ricardo Bermúdez y proveedoras de Desarrollos Salo, con precios inflados, la renta de un estacionamiento que no se requería; ordenando la salida de dinero a través de su abogado Roberto Avitia y de un comisionista, Silvino Rodríguez; también se detectó que Sergio se hacía préstamos de las arcas de la empresa familiar y los cancelaba con el arrendamiento de inmuebles.
Uno de los faltantes fue por 217 mil dólares que posteriormente regresó en un certificado de depósito pero éste no podía ser utilizado por Desarrollos Salo, por lo que fue necesario ir a una corte norteamericana para solicitar que el Banco West liberara el dinero, dijo el contador.
Lucía Isabel Bermúdez Espinoza también declaró hace unos días ante el Tribunal de Enjuiciamiento conformado por las juezas Emma Terán Murillo, Rosy Bailón y Evangelina Zúñiga Ortiz. Indicó que ella se enteró del presunto desfalco porque el contador de la empresa se lo hizo saber y por ello votó para remover a su hermano Sergio Ricardo Bermúdez de la presidencia de la compañía familiar.
Entre los más de dos mil documentos presentados al Tribunal se encuentran estados de cuentas, facturas, cheques, auditorías, pólizas, escrituras públicas y certificados de depósitos, entre otros.
Ayer la presidenta del Tribunal decretó un receso y el juicio se retomará hasta el próximo martes con la declaración del contador que detectó los presuntos desvíos de dinero.
bcarmona@redaccion.diario.com.mx