Daniel Domínguez
El Diario de Juárez
Desde que se realizó el hallazgo del cadáver del niño James Martín Camacho Padilla en un campo algodonero cercano a la etapa III del fraccionamiento Riberas del Bravo, policías ministeriales y peritos de la Fiscalía General del Estado (FGE) mantienen bajo resguardo el predio y han realizado trabajos de investigación de campo.
El trabajo pericial busca determinar lo que pudo haber sucedido en las horas posteriores a la desaparición del niño autista, ocurrida el 21 de enero y han ubicado dos lugares donde probablemente estuvo refugiado.
Uno de ellos es un tubo de concreto, de los utilizados para el sistema de drenaje, con un diametro cercano al metro y medio, que se encuentra a pocos metros del lugar donde quedó el cuerpo de James.
Otro sitio inspeccionado ayer por los peritos, donde se obtuvieron muestras biológicas, se encontraron dos cobijas y objetos que pudieran haber sido del menor, es un pequeño cuarto construido de bloques de concreto, también cercano al lugar.
Ahí se recogieron cabellos y muestras de excremento que son analizados con la ropa que llevaba James Martín, misma que también se encuentra impregnada del desecho biológico.
Todo el trabajo de los agentes estatales y peritos quedó video grabado como evidencia.
La Fiscalía General del Estado podría dar a conocer el resultado de la inspección al sembradíos de algodón, ubicado cerca del puente conocido como ' Yáñez'.