Karen Cano/
El Diario de Juárez
Desde ayer los guiadores cuya dinámica diaria los obliga a circular por el bulevar Juan Pablo II, se toparon con nueva señalética que indica una velocidad máxima de 60 kilómetros por hora en lo que siempre ha sido una de las vialidades más rápidas de la ciudad.
No obstante, poco o nada ha servido el anuncio de esta nueva reglamentación y los señalamientos colocados en el sitio, pues basta con circular por la zona para percatarse que nadie respeta el límite, y que lo único que les detiene son algunos conos naranjas ubicados en donde se realizarán las obras que han propiciado esta dinámica.
Desde el miércoles la Dirección General de Tránsito Municipal (DGTM) disminuyó en dicha vía el límite de velocidad máxima, de 80 a 60 kilómetros por hora, específicamente en el tramo de Rafael Pérez Serna a Francisco Villareal.
Lo anterior tiene la intención de evitar daños al colector de aguas residuales de la Junta Municipal de Agua y Saneamiento (JMAS) que pasa por debajo del cuerpo sur de la avenida, en el sentido de poniente a oriente, ya que presenta deterioro avanzado y puede colapsar en cualquier momento, se informó.
La señalética ha sido colocada en ambos sentidos.
La descentralizada dijo que la reposición de esta estructura se realizará en seis o siete meses, y entonces se restablecerá el límite de velocidad máxima a 80 kilómetros.
Aunque el miércoles fueron observados elementos de la DGTM plantados en el sitio, vigilando el cumplimiento de la nueva disposición, ayer no había nadie, y sólo se encontraban los letreros.
La DGTM recomendó a los conductores respetar el límite de velocidad de 60 kilómetros, so pena de ser sancionados.
También aconsejó salir con tiempo de casa, planear rutas con vías alternas paralelas, manejar con precaución y tolerancia, respetar los señalamientos existentes y atender las indicaciones de los oficiales de Tránsito.
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