Luz del Carmen Sosa/
El Diario de Juárez
Jaqueline, de 16 años, y Alondra, de 17, entraron a la tienda, fingieron ser clientes y en su recorrido presuntamente ocultaron mercancía entre sus pertenencias, hasta que un guardia de seguridad las sorprendió.
Juan Carlos M. H., de 36 años, ingresó a un supermercado ubicado en la avenida Manuel Talamás Camandari y Fundadores de América, donde supuestamente se apoderó de algunos artículos y carecía de dinero para pagar por ellos.
Diego D. B., de 40 años, entró a una tienda departamental ubicada en las calles Puerto de Palos y Puerto Dunquerque, donde aparentemente sustrajo artículos de belleza.
El robo de mercancía en el interior de negocios es un delito que va en aumento, según reportes recientes de la Secretaría de Seguridad Pública Municipal (SSPM).
Los farderos, como se le conoce a quienes roban pocos artículos dentro de los negocios, en su mayoría son asegurados por los guardias de los establecimientos comerciales, quienes se comunican con los agentes preventivos de no obtener el pago de la mercancía.
En algunos casos los gerentes de los negocios condicionan a los supuestos clientes el pago de la mercancía, cuyo valor lo triplican y la persona no se puede llevar el producto sobrevalorado, ese pago es a cambio de no notificar a la Policía, exponen personas que fueron sorprendidas cometiendo este delito.
La compañía de seguridad Alto México, informa en su página web (http://www.altomexico.com.mx) que el robo hormiga en tiendas y centros comerciales es tan común que seis de cada diez mexicanos han tomado algo de un local comercial sin pagarlo al menos una vez en su vida, convirtiéndose en victimarios y ladrones ocasionales. (Luz del Carmen Sosa)
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