Karen Cano/
El Diario de Juárez
Bajo el sol del mediodía, a las afueras de la parroquia San Judas Tadeo, un hombre se encuentra frente a un puñado de objetos dentro de una vieja cubeta metálica.
En silencio reza una oración y hace los últimos acomodos a las hojas de papel y ramos de palma seca dentro del recipiente.
Al finalizar, saca un encendedor y les prende fuego; el aroma a quemado inunda el lugar.
“Voy a tardarme como unas dos horas para poder llenar estos botes”, dice refiriéndose a dos envases, también metálicos.
Desde hace meses Héctor Gutiérrez ha guardado las biblias, imágenes religiosas y palmas del Domingo de Ramos del año anterior que la gente le ha llevado.
Ésta, la ha realizado los últimos 13 años, y para él, representa una de las de cosas más importantes de su trabajo como servidor de la iglesia, dice.
La tarea requiere paciencia, las hojas de las biblias son arrancadas poco a poco y colocadas en el recipiente.
Una vez reducida a cenizas la ‘primera carga’, Héctor saca una malla de alambre, una cuchara para guisar llena de tizne, y uno de los botes que cuenta con un volumen de cerca de un kilogramo.
Todos ellos, objetos que están fuera del contexto para el que fueron creados, y que se conservan a través de los años en su bodega, como reliquias, para el mismo fin en cada víspera de Miércoles de Ceniza.
Pone la malla sobre el recipiente, saca con la cuchara un poco de los restos del incendio a escala, y cuela la ceniza de trozos de materiales a los que ya no se les adivina forma.
El proceso se repite, una y otra vez, hasta que logre llenar ambos recipientes, que es lo que él calcula cada año como necesario para los miles de fieles que acuden por la marca de la cruz en la frente.
Al finalizar, el material fino y oscuro será depositado en recipientes destinados para él mismo, y bendecido por un sacerdote, mañana, durante la primera misa.
Todas las iglesias realizan el mismo proceso, por ello, consideran como incalculable la cantidad de feligreses que participan en esta actividad, que marca el inicio de la Cuaresma.