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Crea desde hadas hasta el Taj Mahal

Karen Cano/
El Diario de Juárez

2018-02-05

De las manos de Francisco Ascensión Faustino surgen hadas, animales mitológicos, flores, y hasta figuras de la Santa Muerte; desde hace más de 25 años que se dedica a la creación de esculturas con la técnica de “vidrio soplado”.
“Es algo que se aprende de familia, pero en mi familia nadie sabía hacerlo. Aprendí como desde los 10 años, en un taller con unos amigos”, relató el artesano de 50 años, originario de la ciudad de Puebla.
Sin embargo, no fue hasta ser un adulto cuando se dedicó de lleno a la actividad, la cual representa su único ingreso para el sostenimiento de él y su familia.
Al principio, cuando era un adolescente, lo primero que hacía eran figurillas en forma de payaso, las que fue perfeccionando con la práctica. “Cuando algo te gusta mucho aprendes rápido. Yo duré poco más de un año”, dijo.
Poco a poco fue dándose a conocer entre las personas del gremio, y fue invitado a participar en ferias y exhibiciones alrededor del país. Hace 20 años que pisó por primera vez esta frontera, y 10 que decidió elegir este sitio para vivir.
Aunque su oficio no fue heredado de generaciones pasadas, relató que desea poder enseñarlo a su único hijo, un estudiante universitario.
“Es sólo que se nos dificulta por el tiempo, no vivimos juntos y él tiene que darle prioridad a sus estudios”, dijo.
Con las festividades, Francisco se enfoca en figuras relacionadas a ellas. En esta ocasión, por ejemplo, debido al próximo Día de San Valentín, las flores y corazones grabados con nombres no se han dejado esperar.
No obstante, a lo largo de 25 años de dedicarse a esto ha recibido diversos pedidos extraños, y difíciles.
“Una vez me pidieron el Taj Mahal, es una de las piezas que más trabajo me ha costado realizar. También me pidieron en Mazatlán un barco de 60 centímetros, que se quedó exhibiéndose en el acuario”, relató.
En Juárez, dijo, lo más extraño que la gente solicita son figuras mitológicas, o efigies de la Santa Muerte. Él no se niega a nada.
“La satisfacción que tengo es de que mi trabajo le gusta a mucha gente, en especial a la gente de Juárez. Cualquier cosa que me piden yo la hago con todo el amor del mundo y de la mejor manera que me es posible”, dijo.
Toda la semana, de 9 de la mañana a 7 de la tarde, el hombre se encuentra en su local ubicado sobre la avenida Juárez. Sus figuras pueden ir de los 30 a los 400 pesos, dependiendo del tamaño y diseño.
Para quien quiera ir a visitarlo, aseguró que tiene la figura perfecta para cada preferencia. (Karen Cano / El Diario)

kcano@redacción.diario.com.mx

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