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Peatones a la deriva

Javier Olmos/
El Diario de Juárez

2018-02-03

Mientras en Juárez crece exponencialmente el número de automóviles que circulan en las calles, la ciudad se vuelve cada vez más peligrosa para los peatones, exponen especialistas y activistas.
El padrón vehicular según cifras oficiales es de 580 mil unidades mientras el espacio en las calles para caminar de un trayecto a otro es cada vez más reducido, expuso Néstor Acosta, integrante de la organización Peatones Heroicos.
Un ejemplo de la problemática se puede ver en avenidas céntricas de la ciudad como Tecnológico, Plutarco Elías Calles, Adolfo López Mateos, Tomás Fernández y en otras áreas, como De Las Torres, Aztecas y Paseo de la Victoria.
El activista advierte que los accidentes contra peatones son originados, muchos, por la mala infraestructura peatonal que existe.
En un recorrido hecho por Plutarco Elías Calles y López Mateos, entre Paseo Triunfo de la República y bulevar Óscar Flores, se pudo apreciar cómo los espacios para caminar en las banquetas están reducidos prácticamente a cero entre tramo y tramo.
Los peatones tienen que bajar en ocasiones por la calle para poder caminar de un punto a otro.
“No se puede caminar por aquí, todo el mundo se estaciona en la banqueta y nadie les dice nada, Tránsito no los multa”, dijo una mujer mientras caminaba con algunas bosas en las manos sobre Plutarco Elías Calles, entre las calles María Luisa Montoya y Aguirre Laredo.
En el cruce con Aguirre Laredo se encuentra un edificio comercial con varios negocios y el aparcadero le queda corto a los automóviles que casi rozan con la avenida.
La situación obedece a que muchos negocios ubicados a lo largo de ambas arterias tienen estacionamientos muy reducidos y los autos ocupan parte de los camellones, lo mismo que pasa con las viviendas, cuyos moradores los ocupan como sus aparcaderos.
Parte de esa problemática la originó la construcción del Plan de Movilidad Urbana (PMU) que, de acuerdo con activistas, no cumplió con los requerimientos en banquetas para peatones y personas con alguna discapacidad física.
José Márquez Puentes, integrante de la organización Ciudadanos Vigilantes, dijo que se omitieron cruces en todos los camellones y a pesar de que se enviaron escritos a la Dirección de Obras Públicas de las omisiones y fallas, nunca se tomaron cartas en el asunto.
Aun así, dijo, en septiembre de 2016 se recibieron las obras incompletas y se está pagando por ellas 22.5 millones de pesos mensuales, durante 20 años.
La problemática en otras avenidas es similar. Las banquetas son cortas y en muchos cruces el paso es obstruido por guardapostes amarillos.
Un ejemplo de ello se encuentra a lo largo de Tecnológico, entre Pedro Rosales de León y bulevar Gómez Morín.
El representante de Peatones Heroicos expuso que mientras ha crecido el uso de los autos, la ciudad sigue sin planes para diversificar la movilidad, pues el 60 por ciento de los viajes se hacen en un vehículo y apenas el otro 40 lo hace en autobús, bicicleta y motocicleta.
“Esto es porque vivimos en una ciudad muy dispersa”, apuntó.
“Si tuviéramos una ciudad más compacta, sin tantos terrenos baldíos, sería más fácil desplazarse”, expresó.

La prioridad
La pirámide de jerarquía de la movilidad urbana, un concepto que existe en México desde hace muchos años, prioriza los modos de transporte que promueven la equidad, el beneficio social y dañan menos al medio ambiente.
El orden debe dar prioridad a peatones, especialmente a personas con discapacidad, niños, adultos mayores; después a ciclistas, seguidos de usuarios de transporte público, transporte de carga y al final el automóviles particulares y motocicletas.
Pero aquí el desarrollo se ha orientado a las carreteras y se ha vuelto un círculo vicioso: más autos, más avenidas, opinó Néstor Acosta.
Denunció que las banquetas incumplen con la normatividad, las autoridades de vialidad no infraccionan a los automovilistas que suben sus autos a ellas, y la publicidad que invade los camellones impide el traslado de las personas que caminan.
“No hay seguridad para el viajero, no hay seguridad en las paradas, no hay un sistema de cobro inteligente en el transporte público, seguimos teniendo un cobro meramente artesanal en una ciudad tan grande como esta”, dijo.
Entonces, “tampoco podemos trasladarnos de un punto A a un punto B sin que haya una banqueta que no se obstruya. Es un peligro ser peatón en Juárez y es alarmante”, subrayó.
La política urbana del Plan de Desarrollo Urbano Sostenible (PDUS) del Municipio contempla el derecho a la movilidad y circulación a través de un sistema de transporte público accesible a todas las personas, libre de obstáculos, dice el documento publicado en 2016.
También a la conectividad y accesibilidad hacia los espacios de trabajo, recreativos, culturales, de salud, de vinculación con el Gobierno y a la reducción de tiempos de traslado, diversidad en las formas de transporte, traslados de calidad y de bajo costo, pero también a transitar libremente, caminar sin obstáculos por las banquetas.
Y eso actualmente no sucede, denuncia Acosta.

Atropellos, en su mayoría culpa del automovilista
Durante 2017 en la ciudad se registraron 321 atropellos, de los que 184 fueron responsabilidad del conductor, que representa el 57 por ciento de los accidentes, de acuerdo con la Dirección de Tránsito Municipal.
En 2016, de 5 mil 937 incidentes en las vialidades, el 7.4 por ciento también fueron atropellos.
Acosta dijo que la gran cantidad de accidentes contra el peatón se deben, en parte, a la poca infraestructura vial que hay en la frontera.
“Si la gente no cruza por las esquinas o no sube los puentes no se debe necesariamente a una mala cultura peatonal”, aseguró. Primero, porque los puentes peatonales no son hechos para los peatones sino para que el flujo vehicular sea más rápido.
“Una ciudad con mayor desarrollo tiene un buen sistema de movilidad. Estamos bastante atrasados en el tema, mientras las autoridades no pongan atención y la ciudad crezca sin control, sigamos teniendo aberraciones de desarrollos con accesos seguros sólo para los autos, sin alumbrado, sin banquetas”.
“Si no se genera un manual de cultura vial, se sigue generando esa mala tendencia, por eso queremos incidir en la agenda pública”.
El Diario buscó una opinión a la Dirección de Desarrollo Urbano del Municipio pero no se obtuvo respuesta.

jolmos@redaccion.diario.com.mx

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